July, bajo un cielo tan azul.

Pasan y siguen pasando cosas.

De momento aparco a Simón, que bastante tiene ya con aguantarse. Bueno, un mes y algo y aquí seguimos, dejándonos la piel. Ya soy técnico superior en desarrollo de productos electrónicos de la mierda y este próximo miércoles empiezo a currar otra vez. Cobrando el 60% del sueldo, novatadas a parte. Tenía muchos pensamientos interesantes pendientes de compartir conmigo mismo aquí, pero el adjetivo efímero le tiene demasiado apego a mi capacidad de retención mental a medio y largo plazo. La marihuana, que deja cicatrices extrañas.

Para mi desgracia personal, descubrí el Lineage y las espectaculares e ilimitadas posibilidades que ofrece un juego gratis en línea y un prototipo de yonki de los juegos de estrategia (léase chico raro[léase parko]). La culpa la tienen, por este orden: Internet, un bar de borrachos en el que has invertido más dinero inconscientemente del que nunca serás capaz de tener en las manos, un amigo que ya se había rehabilitado del Lineage más de una vez y que volvió a dejarse embelesar y yo, por crear estragos allá donde paso.

Debo decir que hace unos cuatro o cinco días que no me conecto y que me han servido, entre otras muchas cosas, para emborracharme en un concierto Ska, ver unos 40 capítulos de One Piece y seguir pensando en actualizar el blog y en que empiezo a currar en breve.

Prometo que a la mínima que me motive un poquitín más que esto y que tenga algo mínimamente interesante que relatar haré el esfuerzo de pensar en actualizar el blog con ello.

De verdad, joé.