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Simón en el autobús L85 [2]

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Tu amiga se va, te quedas sola. Te dice que está segura de que sabrás llegar a Hospitalet sin problemas, aún cuando no sabe que bus tienes que coger. Está convencida de que te espabilarás.

Tú no me preguntas, yo no te respondo. Me miras con una extraña mezcla de asombro y desprecio. No sabes qué hacer, estás perdida, estamos tú y yo en la parada del bus. Te lo pongo fácil, guardo el MP3. Más fácil, cierro y guardo el libro. Te miro mientras piensas que no quieres tener que preguntarme, tu orgullo te puede.

Tú me miras de reojo, intentando llamar mi atención, como si no fuera a darme cuenta. No quieres que te ayude porque temes haberte equivocado al juzgarme.

Antes de subirme al autobús te digo que, por si te interesa, tu bus es el L85, que con ese llegarás seguro a Hospitalet, lo sé porque lo cojo cada día, y que ya nos veremos.

No te da tiempo a responder y ya me he ido, y mientras el bus se aleja de la parada veo cómo te quedas descompuesta, sintiéndote una verdadera estúpida.

Domingo, una vez más.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Domingo de finde largo.


El viernes me dormí en el bar y el sábado no salí de concierto, al final, no fui capaz de subir al tren de la cantidad de gente que había. De todas formas he de decir que ha sido un finde de lo más entretenido. Siguen pasándome cosas que no entiendo, pero las tomo como parte de mi rutina, no puede hacer nada por evitarlas.

Otra semana empieza mañana, con los ojos puestos en el miércoles, día de huelga, más que nada porque me he tenido que pedir fiesta para que no me descuenten la parte proporcional de cobro, que bastante poco cobro como para perder parte del sueldo en tonterías , además, siguen quedándome suficientes días de vacaciones para gastar en viajes.

No estoy intentando escribir sobre nada en particular, me apetecía sentarme un rato a pensar, porque desde que me he puesto a jugar al Starcraft2 apenas gasto mi tiempo libre en algo que no sea eso o salir de birras, cosa que últimamente me está consumiendo.

Si consigo superar mi falta de ganas, la semana que viene empezaré a cumplir uno de los objetivos más importantes de los que me he marcado en el último año, pero no digo nada aún que me conozco y luego me dará palo.

Estoy con una desgana increíble, no hay nada que me apetezca hacer. Tal vez conocer gente nueva, pero a sabiendas de que todo vuelve a acabar siempre de la misma manera, tarde o temprano, el tiempo pone a cada uno en su lugar, y no hay prácticamente nadie en quien confiar.

Ya no intento entender nada de lo que me rodea, estoy más que harto.




De regalo, una de las mejores fotos del viaje a Alemania, porque yo lo ordeno.



Cuidaos mucho.

Depresión post-vacacional

domingo, 19 de septiembre de 2010

Lo primero es lo primero y es pedir disculpas por no actualizar cuando debía, es decir, hace más de una semana.

Hace una semana que se acabaron mis vacaciones y el trabajo se me hace mucho más aburrido de lo que ya es de por sí. Pero, en fin. centrémonos en lo que nos ocupa.

4 días en Alemania para sorprendernos, Luis y yo, del silencio casi soviético en los autobuses, del hecho de que el metro sea gratis, de un idioma dificilísimo, una gente bastante amigable, mujeres por doquier, desayunos continentales, luces rojas en el cuarto de baño, cerveza floja y a patadas, Jack Daniel's en lata mezclado con ginebra, Fanta de mandarina, partidas de póquer y predicciones del futuro, subirse a una barca y remar en Palmengarten, rodeado de patos, hablar con italianos, alemanes y americanas y hacerse entender, subir a un rascacielos y ver toda la ciudad, conejos en los parques y rubias por todas partes.

Resumen a marchas forzadas del viaje, lástima no poder mostrar fotos, pero ya sabéis que odio el facebook.

A los dos días de volver tenía que embarcarme de nuevo dirección Edimburgo, pero mi mala estrella quiso que mi vuelo fuera cancelado, luego de 5 horas de espera y un cabreo mayúsculo. Llegué a mi casa a las 2 de la mañana y dejé que se me fuera la cabeza: Busqué un albergue y un transporte y me fui a Bilbao. Yo solo, yo loco.

Debo decir que para haberme ido solo, a una ciudad nueva, un día y medio y sin más información que la guía que me compré el día anterior, debo decir, repito, que ha sido uno de los mejores viajes que he hecho nunca.

Imaginadme con las pintas que llevo usualmente, en la cafetería del museo Guggenhein, con una copa de vino y un plato de pintxos mirando por la ventana la ría de Bilbao y el parque. Quién me ha visto y quién me ve hoy día. He hablado con mucha gente, he hecho muchísimas fotos, cosas muy rara en mí, he bebido muchas cañas, he andado sobremanera, y mil cosas más.

La verdad es que he tenido un verano fantástico, entre el Rock In Rio en Madrid, Alemania y Bilbao. Ya estoy como loco buscando el siguiente viaje. A poder ser solo también.


Gente, cuidaos muchísimo, prometo no tardar en volver.

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