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Pasar del curro. (Escribir es..[3])

sábado, 24 de diciembre de 2011

[Escrito el lunes 19 de diciembre, en el trabajo.]


Aquí estoy yo, sudándome la polla el trabajo por hacer, ganduleando que se dice, pasando de todo, navegando por el tiempo en la nave del aburrimiento y la procastinación, en otro lunes soporífero.

Qué digo lunes, tarde de lunes, que es a todas luces peor.

Volviéndome loco y a ratos histérico, histriónico y absurdo, por no decir insoportable, me revuelvo en la silla, incómodo ante las perspectivas de este presente gris que tengo enfrente.

De mientras, escribo. Mancho otra hoja de papel con mis pataletas y gruñidos y empiezo otra vez, día tras día, esperando, siempre esperando, a que algo llegue y me despierte. Algo, con mayúscula, que no se me olvide.

Escribo tal cual soy y tal cual pienso. Y hablo muy así también. Te cito a Bukowski o a Bradbury y me castigo el cuerpo con vasos de vinos. El orgullo de mi generación, yo experto en todo y maestro de nada, exuniversitario y sin vocación. Te insulto si quiero del modo más barriobajero que se me ocurre, te hablo de drogas que no he tomado ni he tenido cerca y a veces demasiado cerca. Me hago un lío y me invento un final sobre la marcha, que eso se me da muy bien también.

Masajeo mi ego de mierda buscando sólo encontrar palabras y tratar de verme desde fuera, como siempre, como nunca, como el que intenta verse mirando la cámara en una de esas exposiciones de tienda de electrodomésticos. Ridículo.

No soporto, no aguanto, me muera antes de hacer el ridículo. Por lo que cuál mejor manera de denigrarme a mí mismo que por aquí, ahora que nadie me ve ni me oye.

No tomo drogas por si me acaban gustando, pero no diré esto en voz alta, no sea que me oiga y no me haga caso.

No suelto la botella por si me pierdo, que bastante borroso está el camino a casa.

Busco respuestas en libros de otros, y no escribiendo los míos, que espero algún día lleguen.

Palpo mi realidad desde la más cómoda tercera persona.

Pierdo el tiempo, eso es todo lo que hago.

Bueno, no todo, también duermo.

Poco.

Y mal.

Búsqueda. (Escribir es...[2])

viernes, 16 de diciembre de 2011

Buscándome a mí mismo en canciones que van más allá de doblarme la edad, dejando a medias puzzles de grupos psicodélicos rotos y venidos a menos por el peso de la historia, de la fama, los años, las drogas. Orgullo humano, destructor impasible e imparable. Irreparable.

Me busco y a veces me encuentro en historias semiautobiográficas de escritores malditos, malditos por todos y también por sí mismos, pobres diablos que se desprecian y se odian sin límite. Se rompen y se parten, personas rotas en párrafos sólidos llenos de dolor y angustia, sombra y daño, insultos y penurias. Historias autobiográficas del todo, aún con con otros nombres y otros parajes, siendo fieles siempre a los detalles.

Intento verme en cafés, restaurantes, puestos callejeros, pequeñas tiendas, calles, callejones, paradas de bus, de metro, de tren, de pensamiento, escaparates, ventanas y portales, desconocidos, amargos.

En ningún sitio, en todas partes.

Pero es donde menos nos buscamos donde nos vemos realmente, sirva de ejemplo el espejo del ascensor a las 6AM que nombra Kase.O o un diario viejo, raído, amarillento y macilento, que evoca ciertas impresiones de algunas situaciones que no resultan tan acorde a sus respectivos recuerdos como uno tenía en mente, y es que aún así de perdido y antiguo ese diario sigue ofreciendo renovada luz y material sobre el que plantearse viejas preguntas, y tal vez encuentres ahora nuevas respuestas. Sí, abrirse cicatrices es una especialidad de algunas oscuras almas y mentes, acorraladas y agazapadas en sí mismas, en sus miserias se arropan como si fueran las más pesadas sábanas en la más fría noche. (Hoy estoy bastante gótico y la verdad es que no me importa, jajaja.) Pero siguiendo al lío, qué de veces nos hemos reencontrado con nosotros mismos en videojuegos antiguos, melodías de 8 bits y mandos poco o nada ergonómicos (¿eh, Sala?) y muchos otros lugares y elementos.


Les invito a buscar por su desordenada habitación y cúmulo de recuerdos, a ver dónde se encuentran a sí mismos, allí donde nunca hubieran pensado encontrarse. Y cuando lo hayan hecho, me dejan un comentario y me lo cuentan, y tal vez les haga una entrada al blog y hasta se la firme.

Venga, hombre.

Magia. (Escribir es...[1])

jueves, 15 de diciembre de 2011

Enfrentándome a otra hoja en blanco, a otra entrada por rellenar, a otro aspecto de mi vida que contar, me siento a la silla. De nuevo está más vacía mi inspiración que lo que escribo, y es que los relatos nunca fueron mi fuerte, escribir historias me es difícil en extremo y lo que mejor se me da es explicar anécdotas o cosas a las que doy vueltas en la cabeza. Que por otra parte parece que sería el camino a tomar para el blog en los próximos tiempos, porque últimamente la cosa estaba perdiendo la poca inercia que conseguía con las entradas rápidas y sin ganas.

Lo que menos me cuesta es irme por las ramas, explicar la historia que no quiero, dar todos los detalles de algo totalmente nimio y liviano que no tiene nada que ver con el objetivo que me proponía en un principio, te explico de todo, te ríes, me río, y si tienes suerte acabaré recordando a que venían tantas digresiones y tantos comentarios y te responderé, 15 o 20 o 30 minutos más tarde a aquello que me preguntabas, aunque a ti ya no te importe, aunque yo no le de importancia.

De hecho, el hecho de quedar y tomarse un café es la excusa perfecta para dejar volar la cabeza, explicar cualquier cosa, liberarme del silencio autoimpuesto y la vida de austeridad verbal que parece poseerme cada vez que entro en mi habitación. Y también me libro, mientras escribo aquí, de todo, de TODO en absoluto, y me concentro y adentro en la perfecta, preciosa y omnisciente NADA. Me olvido de que estoy aquí, de que me pasa esto, de que no puedo llegar o tener o ser o poseer tal cosa, rechazo cualquier actividad que retrase mi tarea de vaciarme, y me siento vacío, y bien, y satisfecho con mi trabajo y las palabras y las letras que escribo, y las releo y observo la magia que se crea entre ellas, el fuego que despiertan, o las lágrimas que llaman, o el desconcierto, la desconfianza. La fuerza que unos cuantos símbolos, una cadena en concreto de símbolos y no otra pueden crear. Porque las palabras vienen y se van, pero algunos de sus significados se nos graban de forma irremediable, subversiva, subrepticia, con toda la fuerza con la que un mensaje puede impactar y marcar nuestras almas, darles nuevos sentidos a nuestras vidas y cambiar nuestros rumbos.

Por eso leo, por eso escribo.

Para percibir esa magia, para crear esa magia.

Porque leer y escribir van mucho más allá de lo que muchos piensan, y cuando estás leyendo un libro y por un momento, durante un par de párrafos, te pones en la piel del que escribe... entonces sabes que has encontrado un amigo para toda la vida. Has encontrado a alguien que está expresando algo que tú eres totalmente capaz de comprender, y sientes que lo escribe para ti. Se crea un vínculo total y perfecto con la captura, con la fotografía del alma del escritor que está encerrada en ese párrafo.

Y así es como van cayendo libros y libros y libros...




Canciones para tomar drogas malsanamente, volumen 7:

Bon Iver - "Flume"

Think.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Pensar sienta mal, sabe mal, se hace mal.

Pensar demasiado en todas las cosas duele. Se cansan las neuronas, las ideas se desdibujan, la seguridad en uno mismo se resquebraja y no sirve para nada.

Pensar puede servir para darse y quitarse la razón, para fortalecerse o destruirse, para engañarse o sincerarse, para dañarse a uno mismo consigo mismo.

Pensar puede tener que ver con recordar a quiénes no están.

Pensar puede tener que ver con morir y volver y morir otra vez.

Pensar será retorcido, malévolo, dañino, doloroso y vacío si así se desea.

Pensar es crear puertas por las que salir del agobio de la cotidianeidad, pero también por las que poder entrar a una oscuridad mayor.

Pensar es aprender sobre uno mismo, muchas veces cosas de las que no nos queremos dar cuenta.

Pensar es autojuzgarse.

Pensar es protegerse.

Pensar puede ser una pérdida de tiempo.

Pensar puede ser la salvación.

Pensar a veces son cristales rotos en el único camino que puede servir para llegar a algún lugar.

Pensar puede descifrar tales caminos.

Pensar induce a buscar objetivos a cumplir, a dejarlos a medias, a retomarlos, a cerrar el paso, a huir de uno mismo, de los demás, de todo.

Pensar puede ser bueno.

Pensar puede ser malo.





Hoy es un día para no pensar.

Feel like Travis Bickle.

domingo, 4 de diciembre de 2011






Travis decía: "Caiga una lluvia y limpie esta ciudad", aparcó su taxi, murió en soledad.

Noviembre

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Este mes me está costando más que otros de llevar. En el trabajo la cosa está de cada vez peor -cada vez más como siempre- y las tediosas pruebas y ensayos y tests crecen en número, que no en soluciones, y no en manos para darles dichas soluciones, así que ahí estamos los de siempre, con mierda hasta el cuello, sin tiempo para pensar, mientras se nos exigen respuestas, conocimientos, medios y elementos que sólo algunos sabemos dónde encontrar, mañana tras mañana, tarde tras tarde.

Entrar al edificio en esa mañana nebulosa típica del Bajo Llobregat y salir de noche, esa noche con nubes a trozos, sin estrellas, de un negro azulado difícil de distinguir entre tanta contaminación lumínica típica barcelonesa, me crispa los nervios y me hunde el ánimo.
La música al máximo, la prisa intermedia, no hay tiempo que perder para salir de aquí, no hay adónde ir ni qué hacer, en realidad, una confusa escala de valores rige mi rutina y me dirige hacia la nada.

En casa, el tiempo pasa sin detenerse, sin darme cuenta de su velocidad -¡pero ya son las...!- y entre tocar el bajo, leer un poco más, perderme por Internet y en mirar a las musarañas se me acaba el día, la semana, el mes, el año, un año más sabático que enérgico, con más viajes que ningún otro, de momento, con algunos palos de los de toda la vida, echando en falta a algunos de toda la vida y echando de mi vida a otros tantos. Soledad, agridulce compañía.


Canciones para tomar drogas malsanamente, volumen 6:

King crimson - "Moonchild"

Goodbye, little one.

lunes, 14 de noviembre de 2011


Puede parecer mentira por el tono de la entrada anterior, pero lamentablemente en mi familia decimos adiós a otro compañero.

La verdad es que no salgo de mi asombro, no sé qué más decir.

Te echaremos de menos me sabe a poco, sinceramente.










:'S

Goodbye, little punk.

jueves, 10 de noviembre de 2011



Esta mañana ha acabado el camino de nuestro pequeño punki familiar. Casi 15 años, el tío.

Te echaremos de menos. Muchísimo.






=')

Papel de magdalenas.

jueves, 3 de noviembre de 2011

[Editado: El párrafo que habla de no cambiar tildes y tal se refiere al momento en el que escribía, una vez antes de publicar si que corrijo el texto, me dan pánico algunas faltas de ortografía. Cosas de escribir con prisa. Por cierto, Blogger está idiota y han suprimdo gran parte de las opciones para editar las entradas, como poner imágenes, cambiar el tipo de texto y similares. Por favor, devuélvanme mis juguetes. Gracias.]

[Editado parte dos:
La causa de que no pudiera acceder a las opciones de edición de las entradas es porque uso el navegador Opera, un navegador minoritario que recomiendo efusivamente, He tenido que usar otro exclusivamente para poder editar la entrada.
Devuélvanme el derecho a jugar con mis propios juguetes, ¡maldita sea! Gracias]


Papel de magdalenas, cafetería casi vacía. Una vez más, en mi aburrimiento personal, navego a la deriva y busco y busco sin encontrar nada, del todo, nunca. Llueve afuera, una puerta abierta a un patio me lo recuerda. Las plantas se mojan, se riegan, encuentran la vida entre toda esta vorágine de tecnología, cacharros, herrumbre, podredumbre, servidumbre, humanidad déspota, libertad a medias, batallas en juzgados y otras cosas, rotas o por romper. Mientras, yo me como una magdalena medio seca, casi árida incluso, y me peleo con una hoja en blanco, sin ninguna intención más que la de echar un rato, seducir algunas frases, escapar de mí mismo un tiempo, unos minutos, un café, un cigarro, un respiro.

Me prohíbo volver atrás y releer, porque yo sé a ciencia cierta que entonces este ejercicio de antiaislamiento en mi propio aislamiento de nada serviría. Tengo un objetivo, y está desdibujado. Quiero saber qué es lo que quiero, que dice Elphomega. No me permito corregir los fallos en las frases, las letras desordenadas ni las tildes que están donde no van, aunque todo parte de esto mientras estoy aquí escribiendo esto, curioso, pienso.

Automonólogo que se que convertiré en una próxima entrada al blog, pendiente este de convertirse en un libro de mis peripecias mentales por los barrios, aunque siendo esa fuera mi intención tendría que imprimir y editar (no en este orden) el montón de diarios que se acumulan en la parte baja de mi estantería, al lado opuesto al de cómics que me sirven para salir de mi habitual hastiamiento, del mío y del que encuentro en otro filo de libros, filo de adversidades, problemas y neuras, porque los libros de mi vida, los libros que hay en mi vida, en cierto modo hablan de mi también, aunque mi personaje o ser no aparezca en ninguna de sus paginas, pues ellos forman parte de mi historia, de forma más o menos honda. Y si puedo, elijo cuando estoy por ahí libros que hablen de daño, de drama, de conflicto interno y externo, de pánico, de droga, de temor, de tragedia, de lágrimas, de suspiros, de palizas y sangre. De dolor humano, de personas siendo personas, porque la manera más humana de estar vivo es sintiendo dolor. El budismo me parece una buena práctica de relajación, pero no de religión. Su finalidad última es convertir a monjes en copias unos de otros, en perpetuar un conocimiento estéril, que a parte de transformar algunas mentes no conseguirá el cambio real, global, que busca.

La humanidad está condenada a destruirse a sí misma, y esto ya es parte del conocimiento humano colectivo desde el momento en el que la civilización en su conjunto (entiéndase primer mundo) tiene más facilidad para imaginar de cuantas maneras en mundo puede ser destruido y acabado que no de cómo podría evolucionar la cosa. Pensemos en certezas que todos tenemos en mayor o menor medida. Que si las corporaciones, que si el dinero, que si el capitalismo, bla, bla, bla ¿cómo es posible que nada de todo eso se haya acabado ya?¿Cómo aún quedan monopolios y empresas que buscan más el beneficio que la felicidad colectiva?¿Es posible un mundo en el que no nos veamos tan cercados y limitados por cifras, valores, billetes y monedas?¿Servirá de algo que tantos pensemos en esto y hagamos pensar a otros en esto?

Si tenemos tan claro las cosas que hacemos mal, ¿porqué las seguimos haciendo igual?, digo yo.

Personalmente, prefiero el daño que yo mismo pueda causarme al que pueda sufrir por voluntades ajenas. Prefiero con creces la angustia y el pánico mental que me causo con mis dudas y preguntas que, a fin de cuentas, acaban siendo los fenómenos que me hacen moverme casi cada día y avanzar en este paraje temporal preapocalíptico, que no el temor perpetuo a quedarme sin casa, sin ahorros, sin amigos, sin palabras.

Mi energía, toda la que pueda reunir, se va desde el momento que escribo en dirección a lo que escribo, y quiero que mis textos tengan mi fuerza y tengan mi convencimiento, y que en ellos confluyan mis deseos, y mis mejores consejos, y mis mejores palabras.



Quiero pensar que escribo para ser feliz, de alguna manera.





Canciones para tomar drogas malsanamente, volumen 5:

The Small Faces - "Ogdens' Nut Gone Flake"

Bautizo de fuego

martes, 11 de octubre de 2011

[Lo primero es lo primero, y es agradecerles el récord de comentarios al que llegó el blog en la entrada anterior. Sigan por esa senda, hagánme el maldito favor.]


Y entonces vi que hay gente que, a través de sus obras, sabe expresar lo que quiere cuando quiere y como quiere, que sabe conmover, que sabe hacer daño cuando se trata de eso, que sabe decir cosas sin palabras, que sabe las palabras exactas a usar en el momento perfecto, que hace llorar, reír, trasnochar si hace falta, que pone la piel de gallina, los pelos de punta, los nervios a punto de quebrarse, que es capaz de abrirse y mostrarse tal como es, mostrarle a los demás cómo son en realidad.


Y entonces pienso, y pienso esto:

1.- No sé hacer eso.

2.-Quiero aprender a hacer eso.

3.-Ya sé hacer eso, pero no lo sabía.

4.-No sé cómo hacerlo, pero ahora tengo un fin, que justifica mis medios.

5.-Llevo tiempo obligándome a hacer cosas, forzándome a seguir el curso de los acontecimientos, cerrándome los ojos para vivir una vida que no es mía. Es cierto que no sé siquiera dónde empezar a buscar, pero esa podría ser la parte más importante del camino. Sé que valgo para muchas más cosas, que me estoy dedicando a aficiones insulsas y que no hay gran cosa que me llene como persona. Eso sí, cuando encuentro algo (cuando LO encuentro, que diría Kerouac) entonces todo vibra y todo cambia, y me hago un poco más mayor y más sabio.
Y es que es un mundo de cartón piedra este en el que nos ha tocado vivir, y las fronteras entre unos y otros individuos se difuminan con los muros de unos y ceros y las redes sociales que nos dan el don de la palabra y nos quitan a la vez la voz. Siendo nuestra la culpa.

6.-Solos, rodeados de gente.



No es lo mismo buscarse la Vida que encontrarse un sueldo, que dice el Rapsus.



Canciones para tomar drogas malsanamente, volumen 4:

Dúo cobra - "Panayonqui 76"

Año tres.

martes, 4 de octubre de 2011

Hay que ver cómo pasa el tiempo. Con una frase así de gastada empiezo a felicitar al blog por su tercer cumpleaños, que no a hacer repaso y cuenta de las casi cien entradas que lleva en sus espaldas (ahí es nada).

No escribiré una especie de discurso alabando el hecho de tener un blog y expresando mi punto de vista a cerca de dejar entrever las manías persecutorias y los problemas del que escribe, porque eso depende de cada uno, y mi opinión es otra de tantas. Lo que sí quiero decir es que este ejercicio mental (mental, espiritual, personal) me ha servido para aprender muchísimo. De mí mismo, más que de ninguna otra cosa.
Este es mi espacio, mi rincón secreto del mundo, donde apenas nadie puede encontrarme. Donde me siento seguro, donde puedo razonar, pensar, escribir y lo mejor de todo, compartirlo, porque sepa usted que alguno que otro se va dejando caer por aquí (más de 4000 visitas avalan esta afirmación) y algunos hasta se dignan a dejar comentarios y todo. Sepan aquellos que han dejado su huella aquí que tienen un café pagado de antemano (uno por comentario, se entiende).

Volviendo a poner los pies en la tierra, releyendo el blog me doy cuenta a veces de que el único yo que alguien puede conocer de uno mismo es el actual, el que piensa sobre eso en ese instante en concreto. Me explicaré: Hace poco una amiga de hace tiempo me recordó una serie de aventuras y desventuras que protagonicé en uno de los bares donde me reúno el fin de semana, y entre otras cosas me dijo que veía en mí mucho odio. Estaba lleno de odio, de gritos, de alcohol y de humo por fuera, de dolor, de pánico y de lágrimas a solas. De las muchas cosas que recordé con esa historia, esa fue la que más me desconcertó. Recuerdo haber pasado una temporada (más de una a lo largo de mi vida) en la que he creído estar cerca del abismo de la sinrazón, pero no por ello deja de impactarme imaginarme doliendo y doliéndome, dañando y dañándome, haciéndome pedazos. Por eso afirmo que cada uno es conocedor de uno mismo en el momento en el que vive, en el presente más puramente preciso de la palabra. Los recuerdos son imperfectos. Mejor dicho, los sentimientos cambian los recuerdos. No tenemos verdadero testigo de nuestras vivencias, con el paso del tiempo, experiencias posteriores modifican nuestros anteriores recuerdos, y en mayor medida, nuestra impresión de estos. Es decir, que nuestro pasado es impreciso para nosotros mismos, por eso sólo podemos conocernos en el presente e intuirnos en el pasado.

Releo no sólo el blog, sino algunos diarios también, escritos a mano (aún hoy sigo haciéndolo) y mi sensación es la misma. ¿Hasta cuándo somos la misma persona? ¿Cuánto tiempo somos los mismos? Todo cambia pero nada cambia a su vez. Nos vemos con las mismas pintas que teníamos hace algunos años, aunque el peso del paso de los años es innegable, las amistades ya no son lo que eran y las obligaciones del día a día hacen mella en nosotros, en nuestra antes infinita energía, en nuestra ilimitada voluntad y fuerza. Los hábitos, tanto los buenos como los malos, nos están curtiendo, nos definen como almas perdidas en este océano de tiempo, en esta travesía del desconcierto y del eterno encontrar y descubrir. En nuestros rostros están escritas nuestras historias, nuestros ojos reflejan nuestra realidad personal, las cicatrices nos enseñaron algunas valiosas lecciones.

Estoy aprovechando el aniversario del blog para hacer repaso de algunas ideas que llevo días estudiando y razonando en mis viajes de bus y tren y metro. Me siento perdido, la verdad, pero intento hacer algo. Debo hacer algo, vaya.

Más reflexiones y apuntes de cómo no vivir su vida próximamente aquí. Por favor, acompáñenme.

I like having enemies (but not them).

lunes, 26 de septiembre de 2011

Me gusta tener enemigos.


Ala, venga, rápido, como el que se mete en la ducha con agua fría de buena mañana, temerosos del invierno marcados con las cicatrices que las sábanas estampan en sus cuerpos durante la noche.

¡Enemigos! Entrada atípica de reflexión en este lunes, en el que me ha dado por repasar mi lista negra de personae non grata, con el fin de averiguar si puedo aprovecharme en algo de su existencia, entre otras cosas.

¿Cómo es que alguien se crea enemigos? Buena pregunta para seguir enlazando el tema, y en mi concreto caso responderé diciendo que por lo que he ido investigando, muchos enemigos aparecen a causa de plantear repetidamente, a la largo de mucho tiempo, ideas y argumentos contrarios a los que yo propongo, lo cual quiere decir que: a) Tengo algunos argumentos bastante sólidos (a.1-aunque ellos también, por lo que inconscientemente estoy halagando a mis enemigos) b) Mi capacidad de oratoria y negociación no funciona con todo el mundo (Damn it, Benjamin Linus!) c) No hay más sordo que el que no quiere oír. d) Más cosas que no vienen a cuento.

Y es que teniendo enemigos uno tiene motivos por lo que mejorar, por lo que ser más y mejor en aquello bueno que haga (o en aquello en lo que Su Enemigo sea mejor), motivos para levantarse por la mañana, por cuestionables y deleznables e incluso estúpidos que estos sean, son la chispa suficiente para encender el fuego de la destrucción del templo a la procastinación, es hora de ponerse las putas pilas, muchachos.

Si algo he de otorgarles, es que algunos de ellos han contribuido a modelar mi personalidad y a perfilar ciertas habilidades, como un lenguaje rápido en el cuerpo a cuerpo, cargado de veneno y de ganas de hacer daño en algunos casos. Por contra no siempre consigo controlarlo, gajes del oficio de supervillano. Dejan su marca como coches dejan manchas de aceite en calles donde sus dueños se aprovisionan e ingieren drogas.

¡Pero oh, giro del destino! Hay algunos de ellos que olvidan sus intenciones y odios y planean al tiempo desenemistarse de uno, volver a ser parte del círculo social traicionado, volver como si nada hubiera pasado. ¡Malditos sean estos falsos enemigos! Ni fiarse uno puede de quienes no debe fiarse, habráse visto.
Servidor mira, observa, sabe que es bueno actuar con la cabeza fría, dueño entonces de sus circunstancias y de sus palabras, y no se fía, pretende desenmascarar al ex-ex-amigo, descubrir sus intenciones, patear su ego. Y el verdadero problema surge cuando las disculpas son sinceras, las palabras no están vacías y los ojos no engañan, porque entonces, ¿Qué hacer con su legado, con su directa herencia?¿Qué hacer con esta armadura que me he forjado durante todos estos años pensando en protegerme?¿De qué me protejo ahora?
Uno de los pilares que más me sustentó en tiempos se resquebraja y está a punto de partirse, pero me brinda una última reflexión:

"Eres tus enemigos"

Perdonando a mis enemigos me pierdo a mí mismo, me condeno a seguir perdonándoles, a construirme y destruirme y buscarme y perderme por siempre jamás. No perdonándoles me engaño y me miento.



Me busco en los demás porque me pierdo en mi interior.



Canciones para tomar drogas malsanamente, volumen 3:

Orange Goblin - "Hand of Doom" (versión de Black Sabbath)

Miedo y Asco en Euskadi (con Mike y Tony)

martes, 30 de agosto de 2011

Como casi siempre que me voy de viaje, actualizo una semana tarde, con prisas, con mil cosas que hacer por la casa y por la vida, pero en fin, centrémonos.

Nos fuimos Mike, Tony (el mismo con el que me fui a MadriZ, léanse otras entradas de viajes para más información) y un servidor en tren hacia Donosti, directos a la semana de fiestas del lugar. Como segunda parada teníamos Bilbao, donde también eran fiestas.

Lo más sonado del viaje, en clave de enumeración, ha sido describir a Mike los rasgos de Tool y la sucesión de Fibonacci, leerse de una sentada un libro de Paul Auster, empezar otro de Phillip K Dick, encontrarse un tráiler vacío con un DJ y unos altavoces dentro en la calle Juan de Bilbao, recibiendo nosotros cubos de agua y pidiendo más y más y más, vasos y vasos de Kalimotxoak, nuevo fuel de nuestros findes, hablar con muchas y muy variadas mujeres (chasquido aquí), bailar haciendo el idiota y pasándolo como nunca, botellas de vino a modo de activador social, la playa de Zarautz, la Gran Muralla Puta, el Árbol de Guernika, fotos, fotos, y fotos, ríos, céspedes, siestas, albergues, guiris y hoteles, bocadillos de jamón ibérico, conciertos, música de pachanga, Rafaela Carrá, una camiseta del Nintendo64 Gavà en Las Siete Calles, las Gafas de Fiesta!, el Euskotren, la familia de raros, los "tetas, everywhere, tíos", la gente simpática y conocedoras del Catalán, mi Inglés, la policía municipal vasca, el Arco de la Concordia, el Fotomatón, el bar de los libros, la piscina a la que no fuimos, el Coche Fantástico y su Homosexualidad, Bob Esponja a todas horas, yo bailando Persia Today Radio, los Problem?, gente australiana, yo quedándome afónico por enésima vez, raparme la cabeza cada dos días para que no me llamen rubio, los Temaco (en singular), el sombrero de mafias de Mike, la gorra, mi nueva camisa Billabong, hablar con franceses, "La Ostia, Ostia!", el peine del viento, el castillo de la mota, las toallas perdidas, la marea de La Concha, el andaluz de los toros, los fuegos artificiales, el McDonald's, los pinchos gigantes, los vasos de plástico al río, los globos que se iban volando, Don Jamón, el Fnac en todas partes, cubatas al gusto y mendigos sinceros.

Prefiero escribir todo esto del tirón, tiene mucho más impacto y no me convence empezar en plan día uno tal, día dos tal, etcétera.


Ha sido un muy gran viaje.


Posteo más esta semana, prometo.

Sr. B [1]

lunes, 15 de agosto de 2011

Sr. B se despierta, pero no abre los ojos. Le duele la cabeza. Otra vez.

Es girarse en la cama y notar pinchazos en el cerebro, atravesándole la frente. Intenta armonizar su respiración para relajarse, para darse un respiro, y al concentrarse puede notar cómo la sangre es bombeada por su cuerpo, cómo palpita en su frente, cómo su cerebro intenta recuperarse. Otra vez.

El Sr. B se levantará, finalmente, claudicando, irá a mear, se mojará la cara, beberá un poco de agua, volverá a la cama. Se pasará el día doliéndose y maldiciéndose, esperando a mejorar para salir de nuevo, para tomarse un algo, para volver a empezar. Otra vez.




Canciones para tomar drogas malsanamente, volumen 2:

Iggy Pop - "Nightclubbing"

Sr. A [1]

miércoles, 10 de agosto de 2011

Sr. A se baja del autobús, saca las llaves, suelta un suspiro. Está deseando entrar en casa, pero no tiene muy claro para qué. No le apetece ducharse, no le apetece comer, no le apetece tumbarse y no hacer nada. Encenderá el ordenador y se quedará haciendo cosas el resto de la tarde. Sí, claro. Delante del pc. Haciendo cosas. Demà m'afeitaràs, que se dice. Cuando quiera darse cuenta, el Sr. A habrá invertido una cantidad de tiempo ingente haciendo... ni el mismo recuerda. Día tras día tras día. No se da cuenta. No es culpa suya. ¿No?



Canciones para tomar drogas malsanamente, volumen 1:

The Herbaliser - "Sensual woman"

Breaking Bad 4

martes, 12 de julio de 2011



Bienvenido de vuelta, Heisenberg.

Miedo y asco en Holanda [1.3]

domingo, 26 de junio de 2011

Héme aquí una vez más. en el Baix Llobregat de mis amores, recalculando cual GPS el contenido de mis días en tierras noreuropeas.

Miércoles 23 de junio, día de revetlla, nos vamos por la tarde a Antwerpen (Amberes, Bélgica) después de mucho insistir. Pizzas en restaurantes italianos belgas con camareros españoles, que recomendaban y hacían reclamo con el hecho de que el pan y la mantequilla para untar eran gratis. Unos maestros de la negociación y el engaño, a todas luces. Uno de ellos incluso intentó obsequiarme con un paraguas del Atlético de Madrid, que baje Dios y lo vea. Conseguir chocolatinas belgas, ver rabinos de los de verdad por la calle, hacernos fotos junto a estatuas con manos en sus manos y volver a Eindhoven, a hacernos unos cócteles para celebrar San Juan, que en Holanda no hay costumbre.

San Juan. Despierto en este día sin resaca, años ha que no me pasaba esto, de verdad, desayunamos fuerte y salimos rumbo al parque de Hoge Veluwe, en el que alquilamos unas bicis, visitamos un museo de ciencias naturales para reírnos de los experimentos, hicimos miles de fotos, vimos un desierto en pleno prado, con árboles muertos incluso. Pasamos en el parque unas 5 horas, en las que vimos llover, salir el Sol, nublarse, volver a llover, nublarse, entresalir el Sol, llover torrencialmente y con agua fría del demonio, etc, etc. Las estaciones del año en una tarde. También nos comimos cada uno un broodje, que es lo que se llama "sushi holandés", particularmente recomendable. Subimos a Kinderdijk, ciudad de estampas, postales y molinos, parada obligada del recorrido, y finalmente llegamos a Rotterdam, ciudad en la que casualmente las tiendas permanecían abiertas hasta las 11 de la noche (señalar aquí que las tiendas, entre semana, cierran a las 6 de la tarde) así que finalmente pude conseguir otro libro en inglés de Kerouac para mi colección, testigo ésta de mis viajes. Cenamos en un chino en el que cenaban chinos (señal positiva donde las haya) 3 personas, un plato cada uno más bebida por 48 euros. Tutupá. Al menos era un arroz digno de degustar...

Último día, despertares en Rotterdam, deseando salir de esta ciudad gris, camino a Delft, donde se aparca el coche al lado del canal, y teniendo poco cuidado el vehículo puede tener que ser remolcado por grúas, no hay ningún tope o indicativo de la distancia del coche al vacío, así que es una maniobra harto arriesgada, ciertamente. En este pueblo, además de encontrar galletas sorprendentes, y además también de ser un Ámsterdam en miniatura, suenan las campanas sin descanso por algo así como un cuarto de hora en la plaza principal. Pero no son unas campanadas aburridas y sin ritmo, nada más lejos de la realidad, tienen melodía y ritmo, y a los 5 minutos estás deseando cortar la cuerda de las campanas con un machete de los que sirven para avanzar por la selva virgen. Bajamos a Maastricht, que es de donde saldrá nuestro vuelo de vuelta, comemos en un americano y nos damos una vuelta por las calles peatonales, pequeñas y similares a las de Sitges, en muchos detalles. Nos faltan 3 horas para el vuelo, nos aburrimos, y decidimos bajar a Aachen, Alemania, que está aquí al lado. Nos encontramos iglesias colosales, oímos conciertos y nos encontramos un concierto de Amnistía Internacional y descubro que me apetece mucho hacer el kinky, salir de conciertos y de cervezas, pillar la taja, echar unas risas, verme algunas pelis absurdas, leer libros con narrativa tipo baix llobregat, pintar paredes y hacer plantillas, tatuarme, hacerme otro piercing, trasnochar, coger la bici, volver a casa, volver a empezar.





Fin.

Miedo y Asco en Holanda [1.2]

miércoles, 22 de junio de 2011

Todo el día en Eindhoven con Montse, una compañera del curro, de la planta holandesa. Vive aquí desde hace 22 años y nos ha acompañado por la ciudad contándonos un montón de cosas y respondiendo a todas nuestras preguntas con paciencia. A remarcar en este preciso momento que a) acabo de ducharme; b) me estoy tomando un té (Engelse Melange tea blend, Melange, como en Dune); c) me estoy comiendo unas galletas con miel con las que se te puede ir la olla; y d) mañana madrugo y estoy cansado.
A parte de cosas curiosas de este país, hemos estado hablando de muchas otras cosas, desde la clasificación educacional del país, donde con 12 años te examinan para analizar tus capacidades y mandarte camino del andamio o camino de la Universidad, donde se cobran impuestos hasta por hacer horas extra, (unbelievable!) y también hemos estado hablando de las amistades, que es donde quería llegar.
Comparábamos la vida social de Holanda con España, y opinábamos que en España la cosa está mejor, la gente es de otra pasta, que se dice. Pero Montse nos dice que ella tiene amistad (llámale amistad, relación, contacto, cariño, etc.) con tres o cuatro personas o matrimonios, y que conoce gente en España que se encuentra en similar situación.
No me preguntaré cómo es posible que la gente se abandone tanto la una a la otra y que tantos seres extraordinarios desaparezcan de nuestra cotidianeidad porque es una pregunta sin respuesta (y no hay respuesta más honesta, calcula esta resta- dice Lírico), simplemente es para lamentarse, aunque no es menos verdad que yo también he dejado de lado a mucha gente, mucha más de la que me hubiera gustado, pero ¿qué es la vida sino cambio? Como en el libro de "La naranja mecánica" de Anthony Burguess, la evolución es el verdadero cambio, no como en la película, que cierra con ese último giro argumental fuerte y llamativo. De ahí que Kubrick y Burguess no acabaran muy colegas. Bueno, que me subo a la parra, pues eso, es inevitable que las cosas difieran de nuestros deseos, de lo que pensamos y queremos, de lo que pensamos y creemos, y también es inevitable no poder controlar las situaciones que nos acompañan ni las gentes que se cruzan en nuestro camino (Soy yo y mi circunstancia- Ortega y Gasset VS No creo en circunstancias, creo oportunidades- Bruce Lee).
Es en verdad una lástima no tener tiempo de poder vivirlo todo.
También lo es tener que dejar de lado algunas cosas o personas para atender a otras.
Y es triste echar a Personas (con mayúsculas) de nuestro camino.
Aunque a veces sea lo mejor. O pensemos que así sea. Never sure.


(No sé cómo he acabado redactando esto, una cosa me ha llevado a la otra. En fin, mañana seguiré.)

Un abrazo.

Miedo y Asco en Holanda [1.1]

martes, 21 de junio de 2011

Nou hier ben ik, que dirían los holandeses. Weert, ciudad de 48405 habitantes, si fa no fa, que decimos los catalanes. Pintoresca cuanto menos, silenciosa, solitaria pasadas las 7, luminosa en esta época del año hasta pasadas las 10 de la noche, pequeñina y vistosa.
Escribo desde el hotel que nos paga la empresa, a 10 minutos del curro de aquí. No está nada mal esto, la verdad, podría acostumbrarme fácilmente. Para nada en invierno, soy lo más friolero que ha parido madre, pero si hiciera un clima un poco benévolo en ese sentido estaría bien. De todas formas, pasarse por esta zona una semana o así, haciéndose uno al horario local, paseando en bici, haciendo fotos tranquilamente, quejándose de lo flojo que está el café y escribiendo de tanto en tanto puede resultar reconfortante, a ciencia cierta.
Intentaré aprovechar el tiempo libre que tengo (después de trabajar y explorar la zona) para escribir algo y ponerme las pilas para la Antología del cursillo (detalles en próximas entradas) y para dormir lo que pueda, porque menudas camas. Madre mía las camas del hotel. Es curioso porque ayer no toqué la cama hasta que me fui a dormir, pasadas las 12, y la mejor expresión que se me ocurre para definir mi impresión fue la de hundirme en el colchón. Cual sobredosis en Trainspotting, literalmente. Además, por un capricho divino, dispongo de tres camas (escrito con letras para que no creáis que he puesto un número equivocado), Dios sabrá porqué.
Problemas y obstáculos y cosas del curro a parte, ayer visitamos el centro de Weert y esta tarde la ciudad de Roermond. No voy a engañar a nadie, a la hora que plegamos tampoco es que haya gran cosa para hacer, pero lo bueno es que aún queda bastante luz para pasear un rato o algo del estilo. Para quien pregunte, la cerveza está como en Alemania, floja por definición, a no ser que pidas alguna que ya conozcas. La comida es bastante cara, pero no está nada mal. El porqué de los precios de los restaurantes: Según nos cuentan por aquí (demos paso al enviado especial a Eindhoven) se debe a que el calvinismo tiene bastante influencia en la personalidad de la población autóctona, por lo que, hablando para el pueblo, está gente no son de gastar, al menos en lo que a comer se refiere. De ahí que salir a comer por ahí valga lo que valga. No es menos cierto que para el turista es una faena, porque pasar unos días por aquí puede llegar a salir bastante caro, pero eso depende del paladar de cada uno y de la tolerancia a la comida rápida.
Intentaré engañar al colega para bajar a Amberes, que me gustaría mucho, y a Delft. Él quiere ir a Köln, Alemania, y todo depende de las distancias, de unos 100 kilómetros para arriba.
Y... de momento nada que añadir, ya digo que llevo aquí un par de días, me quedan cuatro días por estas tierras, y mucho que ver, ya iré comentando.
Ah sí, que se me olvidaba, las mujeres no son despampanantes ni guapísimas, pero irradian sonrisas y confianza, así que compensa.

Cuídenseme.

Timeskip.

miércoles, 15 de junio de 2011

Parece mentira que hace tanto despotricara de mi entonces nuevo trabajo, en el que tendría que permanecer 2 años hasta conseguir plaza de indefinido, con las mejoras contractuales pertinentes. Pues bien, no sólo he llegado ahí después de palos y barrancos, si no que además, la empresa me manda una semana a Eindhoven, para completar un envío en una de las fábricas. La tarea en sí es algo de lo más sencillo, y además sólo tengo que trabajar 4 días. El resto de la semana me quedo en Holanda de turismo, bicicleteo, porros tal vez, y sobretodo, a experimentar con la vida y ver cosas nuevas.

Parece mentira que hace dos años hablara de novatadas y ahora sea yo el que putea, ralla, y mosquea a los chavales que entran de prácticas, ya sea para quedarse o de pasada. Es curioso la fama que tengo en el curro, el carisma del que uno se percata tanto tiempo después, la fuerza que no creemos tener pero que cada día demostramos que tenemos, ya sea para unas cosas u otras.

Es fantástico pensar que, en realidad, nada tiene demasiada importancia, por mucha que le demos.


¡Y además no hago más que viajar!


Listenin': "The Letter" - PJ Harvey

Miedo y Asco en Dublín

miércoles, 25 de mayo de 2011

Ieja, lectores y lectoras del blog, de vuelta de la Isla Esmeralda (Irlanda o Eire para los amigos).
Señor Zigor (al que desde ahora llamaremos Z) y servidor nos encaminamos al aeropuerto en medio de elucubraciones, reflexiones del viaje, música de los Ramones por mi parte y de Coldplay por la suya, dándole vueltas a algunos detalles del viaje, haciendo tiempo a 100 kilómetros por hora por la carretera del litoral.
Saliendo el Sol subimos al avión y, ante mis fallidos intentos de dormir un poco y coger fuerzas para el viaje, finalmente me uní al estudio de Z de la guía de Irlanda y empezamos a hacer boca para todo lo que nos esperaba.
Una vez desembarcados y viajando hasta la capital, no hacíamos más que fascinarnos ante el hecho de que su sentido de conducción sea el contrario, lo cual es mucho más impactante en persona que en la imaginación de cada uno.
Antes de cumplir los 20 segundos de haber bajado en la capital, Dublín, la ley de Murphy se hace patente una vez más, y oímos, contra todo pronóstico, que alguien estaba llamando al señor Z.
Compañeros de trabajo, ni más ni menos, aprovechando los últimos días de una estancia de un mes a lo largo y ancho de la isla. Manda huevos que sea la primera gente con la que hablamos en Irlanda.
Mochilas aparte, y con la guía en mano, empezamos a familiarizarnos con nuestro entorno inmediato, con el río, con el Temple Bar y sus recovecos, algunos sitios para comer y referencias a la hora de distinguir las calles.
No haré un resumen día por día porque no tendría demasiada gracia, ya que en realidad no respondíamos a ningún horario por una parte, y por la otra porque nuestra idea de alquilar un coche y movernos con libertad acabó en ese cajón al que van las ideas sin llevar a cabo, acumulando polvo y humedad, y donde se cuentan las unas a las otras cómo van las cosas.
Es decir, que exprimimos la ciudad al máximo.
Todos los días nos tomábamos unas buenas pintas y veíamos música en directo, y no sólo música folklórica sino también Rockabilly y hasta buscamos garitos de Jazz.
Los bares. Qué bares, señores, qué gentes y qué mujeres los pueblan sus interiores y sus cercanías, mother of god. Para empezar, en el Temple Bar en sí, un matrimonio canadiense (Terry y Kevin) con el que el señor Z entabló conversación y llevó a puntos de tinte político - Zeitgeist- con la esposa y servidor disfrutando del saber musical del marido, conocedor este aún siendo abogado de Derecho Internacional a TOOL, ni más ni menos, incluso a King Crimson. Siguiente bar, siguiente gente. Patrick, profesor de profesores en la Universidad de Dublín, maestro de varios idiomas y, ante todo, un hombre con sentido del humor. Ya no en un bar, sino en la cárcel de Kilmainham (a la que debería dedicarle una entrada para ella sola) charlo con Ruairi, joven irlandés amigo de Pink Floyd que nos hizo un suculento descuento por ver el parche de "The Wall" en mi chaqueta. Por último, y no por ello menos importante, Robert, dueño de una tienda de ropa de segunda mano (EAGER BEAVER, Crown Alley 17) el que nos animó a venir a trabajar a su país, a disfrutar de lo que nos encontremos en el camino y a acudir a él si finalmente decidíamos irnos a vivir a Irlanda. Señor Z se lo está planteando con absoluta seriedad, yo me planteo cambiarme en algunos sentidos, y tal vez puede que también en ese.
No puedo terminar la entrada sin antes mencionar los sitios más recomendables para mí de todo Dublín, siendo estos el Garden of Remembrance "En honor de todos aquellos que dieron su vida por la independencia de Irlanda", jardín curioso donde sentásemos a charlar durante unas 4 horas sin cuenta darnos ni siquiera importarnos, el Phoenix Park, el parque 2 veces parque, tan grande como el doble del Central Park de Nueva York, y además a las afueras, lo que permite perderse (literalmente) en la absoluto inmensidad del cielo y en la pequeñez del ser humano. Puedo sonar exagerado o incluso fantástico, pero estando rodeado de césped, de un color verde tan intenso a la luz del Sol que hace entrecerrar los ojos de intensidad, cuando mires a donde mires sólo ves un inconmensurable desierto verde en todos los rincones del horizonte, cuando eres capaz de revolcarte por el césped por el puro placer de hacerlo y sentirte vivo y, mareado y aturdido, te ríes a mandíbula batiente como sabes que hacen los niños pequeños, los que de veras saben reír, entonces te sientes absolutamente perdido en lo gigante del universo. Y otro bar, para terminar, el MEZZ, sala de rock y buena música en directo a la que acudimos en más de una ocasión, totalmente obligada visita.
Curiosidades hubieron muchas, pero resumámoslo en que en el St. Stephen's Park, además de un busto de James Joyce, podréis encontrar la típica caseta abierta de parque americano (no americano, más bien típicamente americano) en la que hay gente a raudales, vestidos de gala, bailando Jazz clásico y tomando té y galletas. Otra de ellas fue cuando, borrachos, Señor Z y yo pasamos por el puente O'Hapenny, llamado así porque el impuesto de paso era de medio penique en su día, y al ir a dejar una moneda de cincuenta céntimos en dicho puente, Señor servidor la tiró con fuerza al río, para que siempre se mantuviera mi impuesto pagado, tal y como si fuera el pago al barquero en la Laguna Estigia. La última curiosidad son los ojos de algunas dublinesas, según señor Z: "De un azul acero que es capaz de atravesarte el alma, pero no sólo a ti, sino también a los 5 tipos que tengas detrás".
Cargo fuego en los ojos como Drew Barrimore, dice Elphomega.
Volveremos, Irlanda.
Y esto es una amenaza en toda regla.

[Feliz como hacía mucho que no me sentía.]

United states of Parko.

lunes, 9 de mayo de 2011

Estoy leyendo "Los hombres que no amaban a las mujeres" Dios sabrá porqué.

Ahora mismo estoy escuchando Metallica en el Iphone lo suficientemente fuerte como para no oírme pensar más de lo justo para escribir.


Ahí tenéis a Simón, otra vez.

Nivel de concentración, máximo. Nivel de puntualidad del tren, inexistente.

Lanzo mi odio hacia todas partes, proyecto rencor, animadversión y agresividad en mis gestos, dejes y miradas. Es realmente agotador, de verdad. No puede uno cruzar la calle sin que intenten subírsele a la puta chepa.

Me voy a cagar en todos vuestros dioses y familiares, malditos cerdos conformistas. Títeres. Muñecos cuyos hilos penden del miedo al cambio, para bien o para mal. Tal y como está todo, la cosa funciona, no hay ningún motivo por el que tenga que mover un dedo, ellos dirán.

Pues tenéis razón. No valéis lo suficiente para hacer que alguien se preocupe por vuestra situación, y yo que descubro esto me dedico a odiaros. A ver si con eso logro hacer reaccionar a alguno, o al menos entro en una batalla (dialéctica o no) con la que pasar el rato y hacer que, por un momento, vuestra realidad sea algo de veras real para vosotros. Con un poco de suerte conseguiré sacaros a alguno de vuestro sueño, aunque ya sé de entrada que volveréis a dormiros, que El Gran Hermano volverá a arroparos con sus cuentos, sus sandeces, sus historias, sus puntos hacia los que lleva vuestra atención y os encierra.

Un anillo para dominarlos y atarlos a todos a las tinieblas.

Hoy día la tele cumple esa función con creces, Hitler o el Señor Oscuro Sauron deberían plantearse condecorarla, a fin de cuentas, entre ella y la predisposición natural de las personas a compartir secretos a voces se está haciendo todo el trabajo sucio, mientras se parten de risa mirando los shares de audiencia de programas como "Sálvame". Curiosa dualidad, que el programa aboga por la salvación cuando está hundiendo la mente y el intelecto de buena parte de la nación.

Os haré despertar, a base de pintadas, en vuestra cara si es necesario, tendréis un momento de duda, la realidad habrá entrado en vuestro campo de interés, habrá un elemento impredecible que os moleste y os lleve a la frustación, aun siendo sólo un instante, seréis humanos.

Animales humanos, que diría Bart.

Los animales tienen más honor que nosotros, con una diferencia abrumadora...


No sé qué mierda estoy escribiendo.

Hace tiempo que no distingo las diferencias entre Simón y yo. En su día lo tenía muy claro, pero ha llegado el momento en el que el Parko, Frank B. Parkinson, Simón y yo mismo somos la misma persona. United states of Parko, dirían algunos.

Todo lo que piensa Simón es parte o todo de mi pensamiento. No puedo separarnos,y cuando creo conseguirlo descubro que hace tiempo que son parte de mí mismo a un nivel demasiado profundo. De mismo modo que Eddie Brock, Venom y Anti-venom.


Lee esto y ahora explícame porqué no soy capaz de escribir una historia medianamente decente para el cursillo de Relato. Porqué mierda se me juntan las palabras y se agolpan en las yemas de mis dedos cuando quiero escribir, cómo coño es posible que los ojos se inyecten en sangre por el estrés y la angustia de verlo, no saber cambiarlo, no estar a gusto con el resultado y no poder borrarlo.


Dime porqué cuando estoy peor es cuando mejor me siento.

Porqué cuando estoy al borde del abismo todo esto se me hace tan fácil como un ejército de acechadores en la sombra, a punto de hacer frente a un ataque de tipo KEKEKEKE.

Y ahora me explicas, si puedes, porqué sigo, como puede leerse en "Fahrenheit 451", por ahí haciendo una cosa y sintiendo otra.

Porqué me odio tanto y me castigo con tantas ganas.

Cuál es el objetivo de haber estado tanto tiempo partiéndome el hígado y el esófago al día siguiente. Qué puede esperarse de mí.


Ten valor y respóndeme algo de eso.




Ostia puta...

Odio los domingos más que los lunes.

domingo, 10 de abril de 2011

Putos domingos. Te levantas a las mil, te enchufas al ordenador a las primeras de cambio y estás deseando desconectar de todo lo demás. Te haces un colacao o un cortado, investigas qué mierdas vas a explorar hoy en Internet, cómo vas a hacer tiempo hasta la hora de salir y tomar al aire, porque odias los domingos, y más si te quedas en casa. Son las 11 pasadas, en unas 7 horas tengo que levantarme para irme a trabajar, y estoy planteando irme a correr otra vez, a ver si centrando mi mente en algo como la música altísima y el dejarme llevar, corriendo, sin rumbo, puedo llegar a alguna parte. Curioso planteamiento. Tengo un nudo en la garganta, una inquietud que no me deja pensar con claridad. Estoy... a la espera, beady eye, que dicen los genteman. ¿De qué? Es una buena pregunta. Cada vez, además, hago cosas más raras. El viernes fui (atentos) a la presentación de un libro. Pobre Sandra que le tomé el pelo para que me aocmpañara, y cuál fue mi sorpresa al ver que había sobre la tarima casi más gente que público en la sala. El libro se llama "Beatitud, visiones de la Beat Generation." y fue una pena que fuéramos tan pocos porque se notaba en el ambiente. No obstante, el conocer a los beats nos unía de alguna u otra manera, y saber de qué estábamos hablando nos otorgaba una confianza intangible y real. Ay, malditos Beats, quién se hubiera embarcado en un coche con Dean Moriarty al volante y Sal Paradise de copiloto, pasando noches con nuestro neumático delantero besando la línea divisoria de la carretera. Mierda, tío. Mierda, de verdad.



Foto: Sábado, 4AM Stencil de Kerouac.

Roger Waters.

jueves, 31 de marzo de 2011

Bienvenidos de nuevo a esta locura de proyecto en el que me inmerso de tanto en tanto. Muchas críticas y crónicas existirán ya a esta hora por The Internet sobre el ilustre Roger Waters, pero tenía que escribir esto en algún sitio, además de en la pizarra blanca de mi habitación.

Hacía...perfectamente años que nada me ponía los pelos de punta, que ningún espectáculo me dejaba con la boca abierta y conseguía hacerme llorar. Porque solidarizarse con la pérdida de Waters puede ser reconciliarse con uno mismo: "Enjoy yourselves", decía acabando el concierto.

Si queréis saber qué hizo o qué elementos clásicos pinkfloydianos aparecieron, leed otro blog, yo pienso hablar de cómo lo viví yo. Ese muro...señores, en ese muro estábamos todos. Ese muro éramos todos. Nos construimos y nos rompemos a menudo, queriendo o sin querer. Señor Waters, agradecérselo es poco, y como no tengo palabras, dejémoslo en que ambos sabemos qué pensamos de todo esto.

Otherwise, últimamente estoy bastante bien, el trabajo avanza parsimoniosamente, mi jefa está más que contenta conmigo, el martes empiezo un cursillo de Relato (ya os contaré qué tal), tengo algunos pocos planes para este fin de semana, en semana santa San Sebastián, tengo fiesta hasta el lunes, nada importante que hacer y la petaca de Jim Beam bastante llena. Let's go.

Cuídense, ferviente público.

"Shiralee" -Arizona Baby

Miedo y Asco en MadriZ [2].

martes, 8 de marzo de 2011

Había una vez, un carnaval en Madrid, con un Parko por ahí.

Hete aquí que al señor Parkazo no le gustaba disfrazarse, y habíase también algunas otras personas que propusieron a este personaje irse de viaje, once again, a MadriZ, ciudad de bares, de noches en calles, de Mahou y extrañas amistades, a vestir máscaras y trajes y abrigos y guantes, a festejar que seguimos con vida en este cementerio de sueños, según el Jabato, a pasar horas en un autocar y transbordos interminables de líneas a líneas de Metro atravesando toda la ciudad, visitando el inmenso parque del Retiro, dejándose hacer fotos incluso, aunque no sepa qué cara dedicarle a la cámara, aún con toda la intención y el alma en el asunto.

Y de noche, V de Vendetta me cede su identidad y salimos de fiesta y paseo y charla y divertimento, que es el motivo que nos trajo a este meridiano en concreto, ademán de conocer a algunos norteños, de amenazas varias de 3 AM en plazas con Tetris humanos, de cervezas y meadas y recuerdos en Fuencarral Street, y acabar finalmente entre la Montera y el Sol, esperando al despertar del Metro, parando el tiempo, charlando a gusto y viviendo el momentum.

Finalmente, una vez solo, reapareció un personaje de antaño, Lord Parkosis, de Business Class en el AVE, dispuesto a beberse hasta las copas de la baraja española.


Vane, Emma, Gracias.
:)

Maestro Sho Hai

martes, 1 de marzo de 2011

Viñarock 2007. Parko, Hate y Kruz.



Finalmente, CD absolutamente necesario y recomendable. Axioma musical.

¡Qué majo eres, ostias!

Sho Hai, maestro.

One more time.

sábado, 26 de febrero de 2011

Feliz cumpleparko a todos.

Y especialmente a Frank B. Parkinson.

:)

February.

martes, 22 de febrero de 2011

Febrero, viento de cambios, de buenos y malos presagios, tiempo de fortalecer los cimientos para mantenerme unido con fuerza a todo lo que vale la pena de lo que me he ido encontrando por el camino.

Miro las huellas que dejo atrás, las huellas y las lágrimas y las sonrisas y las personas, y pienso que, a veces, es jodidamente fantástico estar vivo.

Sentirse vivo, sentirse aquí, ahora, en el presente (¿30 microsegundos, Kesey?) sentarse y escribir tranquilamente de todo esto, al margen de todo ese increíble y perecedero mundo exterior. Mis recuerdos se mantienen inalterables con el paso de los años, aunque mi percepción de ellos cambie. La vida es cambio, y adaptación, y descubrimiento y sorpresa. No es el destino, es el camino en sí, no es la victoria o la derrota, es la lucha en sí, no es el texto, son las palabras que lo forman.

Así que dejemos abierta la puerta al cambio, a un nivel superior de conocimiento, de vivencias, de manera de interactuar con el entorno, ¿cuál es mi circunstancia? Conocimiento es poder, dicen.

No tengo miedo a seguir caminando y perdiendo, recuerda, punto 19 de la lista, acepta perderlo todo.

Perderlo todo no significa nada, a día de hoy, porque perdiéndolo todo no me perdería a mí mismo, ni perdería todo lo que soy.

Me he quitado mucho como para no tenérmelo en cuenta, pero también me he servido para vivir plenamente, aunque tan sólo hayan sido retazos de momentos. Eso ya hace que toda la experiencia valga la pena.

Me estoy aceptando a mí mismo y no tengo costumbre.

Great.





Misticismo beat.





"Super Fucked" - The Brian Jonastown Massacre

Simón (casi) en el autobús GA1 [5]

lunes, 24 de enero de 2011

Simón (pensando): (Putos maquinistas de los cojones, he llegado tardísimo por su culpa, ya que se ponen a hacer huelga al menos podrían tener el detalle de avisar...)

Desconocido - [delgado, mal envejecido, cara llena de arrugas, lata de cerveza en la mano, aliento con fuerte olor a alcohol] - (Señalando a Simón): ¡Tú! !Eh tú! ¡Dame un cigarro ahora mismo!

Simón: No fumo, tío. De hecho desde hace años.

Desconocido: ¡Eso está muy bien, la verdad es que eso está muy bien! Mira, yo soy Samuel Carmona, "El cuchillo" y, ¿Sabes una cosa? (Golpea a Simón en el brazo, a la altura del codo, y continúa) son todos unos cabrones.

Simón: (Ese golpe no me ha dolido porque justo llevo una pequeña libreta en el bolsillo de la manga de la chaqueta, pero la verdad es que me ha dado fuerte.) Ya, no te puedes fiar de nadie.

Samuel: ¡Son todos unos verdaderos cabrones! (golpe)

Simón (mirando a los ojos a Manuel): Ya, los amigos son unos hijos de puta, todos unos traidores. (A estas alturas Simón se para, está esperando algo, no sabe el qué, pero sabe que sea lo que sea tiene que ser con este impresentable, sabe que está a punto de descubrir algo de si mismo.)

Samuel: ¡Muy bien! ¡Muy bien, no te puedes fiar de nadie, chico! (dos golpes)

Simón: Todo el mundo te dejará tirado, te pegará la patada, sólo puedes confiar en tu madre, y tal vez ni eso. Confía en nadie, siempre.

Samuel: Mira, tu madre es lo único que te mantiene en pie cuando estás en el trullo. (Cierra el puño, le pega suavemente con él a Simón en la cabeza, como si quisiera grabarle a fuego su mensaje) ¡¡NADIE TE HA PARIDO COMO... (pausa) COMO TE HA PARIDO TU MADRE!!

Simón: (un poco desconcertado) Sí, es lo único que necesito saber.

Samuel: Si olvidas eso eres hombre muerto, ¿Me oyes? ¡Hombre muerto! (golpea, esta vez más fuerte)

Simón (que aún duda si lo último ha sido advertencia o amenaza, o incluso profecía) empieza a alejarse, Samuel , la cercanía de su rostro al gritarle, su embriaguez, sus mil y un golpes y sus palabras le marean y cabrean.

Samuel: ¡SERÁS HOMBRE MUERTO, CHICO, HOMBRE MUERTO!

Simón se aleja, sin prisa pero sin pausa, ya se conoce ese juego.

Simón: (¿Esto ha sido real? ¿Cuántas cosas son reales?¿Cuántas putas cosas son algo o tienen algún significado de todo lo que nos pasa y de todo lo que vemos o hacemos a lo largo de los días? Nadie me ha parido como lo ha hecho mi madre, muy cierto, Samuel Carmona "El cuchillo", no sabes cuánta razón tienes, nadie me ha soportado tanto como ella, nadie me ayuda tanto, aunque yo no me deje. Nunca me lo he dicho a mí mismo ni mucho menos a ella, pero la quiero mucho, a decir verdad...)



Simón ve el autobús GA1 avanzar y corre a su alcance. Consigue llegar y subir, y al fondo está su madre. ¿Qué sentido tiene todo esto? ¿Casualidad o Causalidad? Mierda de incertidumbre...

Simón (guardándose lo que piensa): Qué dices, madre, ¿Cómo ha ido el día...?

Y sabe que en este momento, una pequeña iluminación, un pequeño satori acaba de darle, y fuerte.



"Date with the night" - Yeah, yeah, yeahs

Pensando despierto.

lunes, 10 de enero de 2011

A veces en el camino se cruzan entes a los que quisiéramos parecernos, o incluso serlos.

No tienen porqué ser reales, a mi en concreto me pasa con algunos personajes de libros.

Pànic Orfila.(Protagonista de "Cosas que hacen BUM")

Qué cabrón.

El tipo cumple varias de mis condiciones para ser feliz, al menos medianamente feliz.

Y encima pasó sus dos primeras décadas viviendo en el puto Baix Llobregat.

Acabará viviendo en Gràcia (me encanta ese barrio), tiene pasta suficiente para no tener que trabajar, va a la Universidad.

Llevo una serie de días bastante hecho mierda, a decir verdad, pero en un plano bastante íntimo, quiero decir, que no se lo hago saber a los demás. El motivo es porque, al fin y al cabo, siempre estoy despotricando de lo mismo, que si a ver cuando me voy de aquí, que mi curro es una mierda, que estoy enfadado con algunas personas o con mucha gente (personas y gente no es lo mismo), y me hago (y también ahogo en) una lista de objetivos a cumplir, como si organizándome me fuera a costar menos llegar a ellos. Sólo tengo dos talentos, a saber: Sentido extremo de la orientación y aprender y disfrutar desde pequeño del inglés (jugando a juegos de Rol en el PC, en un emulador de Game Boy Advance)- siendo el primero difícil de explotar y el segundo explotado a medias.

Total, que nunca acabo por decidirme por apostar por algo nuevo. No sé si me da miedo cambiar, si estoy demasiado cómodo con la vida que llevo o qué pollas me pasa. Modestia aparte, siempre fui maduro para mi edad, pero ahora quizá eso se haya convertido en lastre que no me permita crecer, soy un "joven viejo" o algo por el estilo. No debería darme miedo arriesgar ("El mayor riesgo es no arriesgar", dice el poeta) y me da verdadero pánico (qué irónico) hacer algo con mi vida.

Igual el problema sea el miedo a equivocarme, a que me salgan las cosas mal, a no ser capaz de esforzarme como debería, el miedo a perder el interés, cosas todas que me han pasado en alguna de las actividades que he intentado llevar a cabo en estos últimos tiempos.

Es curioso -permitiéndome una digresión en mi relato- que habiendo leído libros como "Fahrenheit 451" o "1984", donde los protagonistas se enfrentan a todo un sistema creado y estipulado, en el que salen o deben salir de su vida acomodada, pautada y prevista, es curioso, repito, que a mi me dé tanto miedo avanzar. Aunque igual solamente me encuentre en el primer capítulo de la novela y tenga que seguir adelante, esperando ese Cambio (con mayúsculas, como Dios) que me empuje a girarlo todo, a empezar de nuevo, esa puta quimera que sé de entrada que no llegará nunca, o al menos estoy absolutamente seguro de eso, aunque luego me equivoque, tal vez todo lo que tengo que hacer es dedicarme a vivir, a disfrutar de los pequeños placeres que me quedan, como ponerme a leer a las 2 y media de la madrugada porque no puedo dormir, a viajar solo de una punta a otra de la provincia, a pensar y dejar que mi pensamiento vuele, a beber cerveza, a escuchar música.

Bueno, eso, no sé.


Cacao mental.

Knowledgement

jueves, 6 de enero de 2011

Mi saber ocupa este lugar.


Fuck yeah.





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