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Año tres.

martes, 4 de octubre de 2011

Hay que ver cómo pasa el tiempo. Con una frase así de gastada empiezo a felicitar al blog por su tercer cumpleaños, que no a hacer repaso y cuenta de las casi cien entradas que lleva en sus espaldas (ahí es nada).

No escribiré una especie de discurso alabando el hecho de tener un blog y expresando mi punto de vista a cerca de dejar entrever las manías persecutorias y los problemas del que escribe, porque eso depende de cada uno, y mi opinión es otra de tantas. Lo que sí quiero decir es que este ejercicio mental (mental, espiritual, personal) me ha servido para aprender muchísimo. De mí mismo, más que de ninguna otra cosa.
Este es mi espacio, mi rincón secreto del mundo, donde apenas nadie puede encontrarme. Donde me siento seguro, donde puedo razonar, pensar, escribir y lo mejor de todo, compartirlo, porque sepa usted que alguno que otro se va dejando caer por aquí (más de 4000 visitas avalan esta afirmación) y algunos hasta se dignan a dejar comentarios y todo. Sepan aquellos que han dejado su huella aquí que tienen un café pagado de antemano (uno por comentario, se entiende).

Volviendo a poner los pies en la tierra, releyendo el blog me doy cuenta a veces de que el único yo que alguien puede conocer de uno mismo es el actual, el que piensa sobre eso en ese instante en concreto. Me explicaré: Hace poco una amiga de hace tiempo me recordó una serie de aventuras y desventuras que protagonicé en uno de los bares donde me reúno el fin de semana, y entre otras cosas me dijo que veía en mí mucho odio. Estaba lleno de odio, de gritos, de alcohol y de humo por fuera, de dolor, de pánico y de lágrimas a solas. De las muchas cosas que recordé con esa historia, esa fue la que más me desconcertó. Recuerdo haber pasado una temporada (más de una a lo largo de mi vida) en la que he creído estar cerca del abismo de la sinrazón, pero no por ello deja de impactarme imaginarme doliendo y doliéndome, dañando y dañándome, haciéndome pedazos. Por eso afirmo que cada uno es conocedor de uno mismo en el momento en el que vive, en el presente más puramente preciso de la palabra. Los recuerdos son imperfectos. Mejor dicho, los sentimientos cambian los recuerdos. No tenemos verdadero testigo de nuestras vivencias, con el paso del tiempo, experiencias posteriores modifican nuestros anteriores recuerdos, y en mayor medida, nuestra impresión de estos. Es decir, que nuestro pasado es impreciso para nosotros mismos, por eso sólo podemos conocernos en el presente e intuirnos en el pasado.

Releo no sólo el blog, sino algunos diarios también, escritos a mano (aún hoy sigo haciéndolo) y mi sensación es la misma. ¿Hasta cuándo somos la misma persona? ¿Cuánto tiempo somos los mismos? Todo cambia pero nada cambia a su vez. Nos vemos con las mismas pintas que teníamos hace algunos años, aunque el peso del paso de los años es innegable, las amistades ya no son lo que eran y las obligaciones del día a día hacen mella en nosotros, en nuestra antes infinita energía, en nuestra ilimitada voluntad y fuerza. Los hábitos, tanto los buenos como los malos, nos están curtiendo, nos definen como almas perdidas en este océano de tiempo, en esta travesía del desconcierto y del eterno encontrar y descubrir. En nuestros rostros están escritas nuestras historias, nuestros ojos reflejan nuestra realidad personal, las cicatrices nos enseñaron algunas valiosas lecciones.

Estoy aprovechando el aniversario del blog para hacer repaso de algunas ideas que llevo días estudiando y razonando en mis viajes de bus y tren y metro. Me siento perdido, la verdad, pero intento hacer algo. Debo hacer algo, vaya.

Más reflexiones y apuntes de cómo no vivir su vida próximamente aquí. Por favor, acompáñenme.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Aún puedo ver la luz brillar al final del túnel,
Durante los momentos oscuros, incluso cuando pierdo la cabeza.
Parece que nunca puedo tomar las decisiones correctas.
Camino por la misma neblina, sigo atrapado en los mismos caminos.
Estoy perdiendo el tiempo en estos días extraños,
Pero de alguna manera siempre se decir lo correcto.
Todavía estoy sonriendo mientras el día pasa,
¿Y cómo es que nunca nadie sabe cual es el por qué?
Lo entierras tan profundamente que no lo puedes ver.
Si, eres como yo, que uso un corazón roto bajo la manga,
Dolores y luchas que conoces tan bien,
En cualquier momento, no podré hacerlo o simplemente no lo diré.
No se que hora es,
O a quien puedo culpar de esto
¿Creo en realidad en lo que no veo?
Si, por que puedo sentirlo a mi alrededor.
Estoy perdido entre ese sonido.
Y justo cuando creo que lo se, vuelvo a perderlo otra vez.
Si la alegría llega realmente en una mañana,
Entonces me sentaré a esperar el próximo amanecer.

H :)

Anónimo dijo...

Yo no tengo ese talento pa dejarte un mensaje bien escrito, asi k solo diré k m debes algún k otro café xD

Rubia :D

Anónimo dijo...

Me ha interesado mucho esta reflexión que haces sobre el quienes somos, cuando dejamos de serlo, ¿cambiamos alguna vez o sólo ha cambiado la manera en que nos vemos a nosotros mismos? La sensación al final es de haber sido diferentes personas en pocos años. Creo que es resultado de una metamorfosis que se atenua a lo largo del tiempo, buscando siempre la forma para adaptarnos y al fin y al cabo, la forma de ser que nos da sentido de SER....

Felicidades por estos tres años... nosotros ha hecho 5 que nos conocemos y con este ya harán un par o tres de comentarios. La próxima vez, café en otro recién descubierto lugar. Pagando tu, of course :P

L.

Anónimo dijo...

por cierto, he visto fotos en el lobo donde sales tu xD

L.

Anónimo dijo...

Yo no quiero café,yo quiero un ruso blanco, si algún dia pasas por la bolera me verás sentado limpiando la bola....

Sr Lebowsky

Anónimo dijo...

La pena como ejercicio, el arrepentimiento y la culpabilidad como rutina... al fin y al cabo. ¿quien es la que siempre se castiga? No se si es por la edad o porque simplemente una personalidad depresiva mezclada con whiskey al final es cierto que pasa factura. Los amigos cambian hasta el punto que se hacen mas incómodos que extraños, y la búsqueda de tu camino se hace cada vez mas turbia y amplia, enrevesada y cruel. ¿Alguien encuentra una digna salida a todo esto?

creo que somos muchos, pero nosotros mismos nos diseminamos, necesitamos una voz mas fuerte en vez de todos estos susurros.

Solo por tu valentia en retratar a toda esta generación de ajenos a las redes sociales y telecinco te mereces nuestra inspiración.

Cuando has leído cierta cantidad de literatura decente, simplemente no hay más. Tenemos que escribirla nosotros mismos (BUKOWSKI)

ISA

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