Powered By Blogger

United states of Parko.

lunes, 9 de mayo de 2011

Estoy leyendo "Los hombres que no amaban a las mujeres" Dios sabrá porqué.

Ahora mismo estoy escuchando Metallica en el Iphone lo suficientemente fuerte como para no oírme pensar más de lo justo para escribir.


Ahí tenéis a Simón, otra vez.

Nivel de concentración, máximo. Nivel de puntualidad del tren, inexistente.

Lanzo mi odio hacia todas partes, proyecto rencor, animadversión y agresividad en mis gestos, dejes y miradas. Es realmente agotador, de verdad. No puede uno cruzar la calle sin que intenten subírsele a la puta chepa.

Me voy a cagar en todos vuestros dioses y familiares, malditos cerdos conformistas. Títeres. Muñecos cuyos hilos penden del miedo al cambio, para bien o para mal. Tal y como está todo, la cosa funciona, no hay ningún motivo por el que tenga que mover un dedo, ellos dirán.

Pues tenéis razón. No valéis lo suficiente para hacer que alguien se preocupe por vuestra situación, y yo que descubro esto me dedico a odiaros. A ver si con eso logro hacer reaccionar a alguno, o al menos entro en una batalla (dialéctica o no) con la que pasar el rato y hacer que, por un momento, vuestra realidad sea algo de veras real para vosotros. Con un poco de suerte conseguiré sacaros a alguno de vuestro sueño, aunque ya sé de entrada que volveréis a dormiros, que El Gran Hermano volverá a arroparos con sus cuentos, sus sandeces, sus historias, sus puntos hacia los que lleva vuestra atención y os encierra.

Un anillo para dominarlos y atarlos a todos a las tinieblas.

Hoy día la tele cumple esa función con creces, Hitler o el Señor Oscuro Sauron deberían plantearse condecorarla, a fin de cuentas, entre ella y la predisposición natural de las personas a compartir secretos a voces se está haciendo todo el trabajo sucio, mientras se parten de risa mirando los shares de audiencia de programas como "Sálvame". Curiosa dualidad, que el programa aboga por la salvación cuando está hundiendo la mente y el intelecto de buena parte de la nación.

Os haré despertar, a base de pintadas, en vuestra cara si es necesario, tendréis un momento de duda, la realidad habrá entrado en vuestro campo de interés, habrá un elemento impredecible que os moleste y os lleve a la frustación, aun siendo sólo un instante, seréis humanos.

Animales humanos, que diría Bart.

Los animales tienen más honor que nosotros, con una diferencia abrumadora...


No sé qué mierda estoy escribiendo.

Hace tiempo que no distingo las diferencias entre Simón y yo. En su día lo tenía muy claro, pero ha llegado el momento en el que el Parko, Frank B. Parkinson, Simón y yo mismo somos la misma persona. United states of Parko, dirían algunos.

Todo lo que piensa Simón es parte o todo de mi pensamiento. No puedo separarnos,y cuando creo conseguirlo descubro que hace tiempo que son parte de mí mismo a un nivel demasiado profundo. De mismo modo que Eddie Brock, Venom y Anti-venom.


Lee esto y ahora explícame porqué no soy capaz de escribir una historia medianamente decente para el cursillo de Relato. Porqué mierda se me juntan las palabras y se agolpan en las yemas de mis dedos cuando quiero escribir, cómo coño es posible que los ojos se inyecten en sangre por el estrés y la angustia de verlo, no saber cambiarlo, no estar a gusto con el resultado y no poder borrarlo.


Dime porqué cuando estoy peor es cuando mejor me siento.

Porqué cuando estoy al borde del abismo todo esto se me hace tan fácil como un ejército de acechadores en la sombra, a punto de hacer frente a un ataque de tipo KEKEKEKE.

Y ahora me explicas, si puedes, porqué sigo, como puede leerse en "Fahrenheit 451", por ahí haciendo una cosa y sintiendo otra.

Porqué me odio tanto y me castigo con tantas ganas.

Cuál es el objetivo de haber estado tanto tiempo partiéndome el hígado y el esófago al día siguiente. Qué puede esperarse de mí.


Ten valor y respóndeme algo de eso.




Ostia puta...

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que no me lo preguntes a mi xD

Rubia.

Seguidores

Creative Commons