A través del espejo

Intento aparecer aquí a intervalos regulares (una de las primeras leyes de un blog) pero no lo consigo. Siempre hay alguna parida que reclama me atención y me dice: "Pierde tu tiempo conmigo" y yo así hago.

No nos engañemos, éstos son tiempos grises.

Sin ánimo de hacer daño a nadie ni de ofender ni crear discusión, estoy reflexionando en voz alta.

El Camino (En El Camino) es una senda que me lleva por lugares por descifrar y me brinda experiencias a entender, aunque a veces lo más difícil de comprender sea yo mismo y cuál es la manera de dar y obtener felicidad. Hmm. Respecto a eso diré que es harto complicado eso de la propia aceptación. Los traumas, los problemas antiguos, las heridas cerradas y las abiertas, la presión, el estrés, el autoengaño, el autodaño y el odio. Me hago daño sólo de pensar en eso.
Aunque también es cierto que me ahogué demasiadas veces en el mismo vaso.

Necesito algo y no sé lo que es. Tal vez necesite despertar o algo por el estilo.




Estoy leyendo un libro que es una mierda. Ni es novela ni es nada. Un conjunto de relatos drogadictos crípticos en los que puedes encontrar las mismas expresiones en varios de ellos. Una de las mejores obras americanas del siglo XX y de imprescindible lectura... Sí, claro.

No me creo que de un libro escrito por un perturbado con tanta y tan absurda imaginación se puedan hacer críticas así. No me lo he acabado, es más, voy por la mitad, y estoy deseando cambiar de libro. No lo hago porque tengo por costumbre acabarme los libros siempre. De todos aprendes algo.


Suena: "Chase the tear" de Portishead.