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Viaje

jueves, 12 de agosto de 2010

¡Mierda!



Me he pasado de Sants-Estació en el metro volviendo del curro. Iba pendiente del número de paradas que me quedaban pero al final de nada ha servido. Es la primera vez que me paso la parada. Ni siquiera cuando me quedo dormido en el metro me paso, me despierto por alguna clase de instinto innato estúpido.



Iba leyendo "Otra noche de mierda en esta puta ciudad". He bajado en Entença para volver línea 5 atrás, mientras pensaba en el título del libro. "Otra noche" se refiere a que ya ha habido más de una noche en ese plan, el cual no entraña mucho bien, atendiendo al título, y "noche" explica por sí misma muchísimo, entraña la oscuridad, la soledad, el alcohol y el desaparecer, el sentirse uno con la sombra y el dejarse la conciencia en casa. Implica desinhibición y locura, y según las coordenadas y ambientes por lo que uno se mueva, implica desastre, vidrios rotos, cortes profundos y de sangre profusos, implica convertirse brevemente en prófugos, recordar borracho párrafos de libros y llorarlos. Sentirse uno con el escritor, con la experiencia que expresa, es algo inigualable, a ciencia cierta.



Iba pensando un poco en todo, cuando al llegar andén 9 descubro que he perdido el tren que cojo cuando pierdo el tren que cojo normalmente. Interminable el viaje en tren, taken ages, como leí una vez en un móvil.



Al bajar del tren me he encontrado con el hombre que dirigía el club de ajedrez al que iba de pequeño, cuando aún me llevaba y recogía mi padre en la puerta, en aquel Volkswagen Golf Turbo rojo que siempre me gustó. Entonces no me importaba mucho perder la tarde del sábado en una habitación llena de gente a la que ni conocía ni podía ver, aunque tampoco aprendí nada de ajedrez en el año que pasé allí. Aunque sí que recuerdo la historia del hombre que ingenió el ajedrez, y sobretodo de lo que pidió a cambio. Y nunca entenderé porque se considera una de los juegos más difíciles, habiendo cosas tan harto complicadas de aprender como Dragones y Mazmorras, sin ir más lejos, el cubo de Rubik, el tetris en 3D, el tetris toroidal, los pinballs, los juegos de estrategia en tiempo real y la programación por diversión.

Dicho esto, paso a otra cosa.



Volviendo al libro, el autor-pseudoprotagonista vive una eternidad en un barco, inadaptado social, mental y personal. Vive al margen de todo y descubre, reflexionando, que tal vez vaya a estar siempre perdido. Piensa también que podría vivir siempre así, con cualquier tipo de trabajo, viajando y viendo cosas, hasta el fin de sus días, sin echar raíces en ningún sitio, tan sólo echando el ancla.



Subo la Rambla de Gavà andando porque el autobús tardará una eternidad en pasar y se plantea lluvia, y con un poco de suerte me mojaré. Llego a casa y los truenos aún tardan en llegar. Ser chamán a veces no funciona muy bien, (¡Tormenta, Tierra, Fuego, atended mi llamada!!) y menos ahora que he tenido que dejarlo entre semana para jugar al Starcraft 2, que es más tranquilo, en realidad, porque por consejo médico debo aprender a relajarme en mi tiempo libre, porque ya ha empezado a pasarme factura en el cuerpo y casi me desmayo un domingo, saliendo del coche del Luis. Tengo estrés desde que tengo memoria, tal vez antes, así que tengo que aprender a vivir con ello. Con sus consecuencias, más bien, porque el estrés y yo ya nos conocemos.




En fin, otro día pongo algo más por aquí.


Cuídense.


Suena : "3's & 7's" - The queens of the stone age

1 comentarios:

Gominola dijo...

te hace falta sexo...lo digo por lo de la relajacion....despues de eyacular uno se queda muy relajado no???
me parece tan triste que solo te comente para decirte eso...
no hables del tetris que estoy buscando uno para la blackberry!!

me a gustado MUCHISIMO la frase de "recordar borracho párrafos de libros y llorarlos"

En verdad no somos tan diferentes...
Me apetece que llueva

Bleh...ya te pondre mas cosas otro rato!

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