Pasando por todos
los estados mentales imaginables a la par que trato de perfeccionarme
en mi arte, condensarlo todo en una serie de frases que brillen, que
iluminen, que sacudan conciencias y que hagan que los muertos se
revuelvan en sus tumbas.
Con el poder de
hacerlo todo y con la sensación de no poder nada, de momento intento
seguir aprendiendo lo que se me ponga por delante, aprendiz de todo,
maestro de nada, dicen las malas lenguas.
Aprendiendo de todo,
tal vez diluya mis misterios y mis fantasmas.
Aprendí con el
tiempo que si me muerdo la lengua me enveneno, de ponzoña y rabia
que están llenas mis palabras, las más de las veces, por lo que
todo lo que está aquí dentro, en esta, mi cabeza y en todas y cada
una de las palabras que conforman las entradas del blog; aprendí a
fuerza de intentarlo que el objetivo de sentarme tanto rato ante el
teclado no es otro que el de sanarme un tanto, de hacerme ver que soy
inmune a mi veneno, que a veces yo mismo soy mi peor enemigo.
En verdad, no hay
nada nuevo bajo el Sol, que decía el
Rey Salomón, pero todo está hecho y
todo está por hacer, le contesto.
Basura mental, vol. 8 & Canciones para poner los pelos de punta, volumen 9:
The Melvins - "Hooch"
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