Powered By Blogger

Auster en el CCCB.

miércoles, 22 de febrero de 2012

-Ferran.

-It means Iron man, am I right?

(Minúsculo diálogo entre Paul Auster y yo.)



Él dijo Iron Man, y yo pensé en varias cosas.

La primera cosa que pensé no fue en el superhéroe (esa fue la segunda) sino que, mientras me firmaba "Trilogía de Nueva York", estaba dándole vueltas a lo que había querido decir, y pensaba en el significado de mi nombre -Aquel que protege la verdad- y en seguida comprendí que él se refería al origen etimológico de la palabra en sí.

Hombre de hierro. Puño de hierro, firmeza de carácter, talante, ser tajante y cortante, dureza.

Diferencias entre significante y significado, contenedor y contenido, pensamientos y palabras.

La segunda cosa que pensé fue en el superhéroe. Nunca me ha caído bien Iron Man, aunque tampoco Deadpool, aunque este último no me gusta en absoluto, y al primero no lo trago, que son dos cosas que diferencian los casos. Ahora que me veo reflejado en cierto modo en él, me cuesta nombrar algún motivo que justificara mi animadversión a él, aún conociendo de él tan poco, y me veo obligado a reconocer que no tengo ni un solo motivo. Para Deadpool tampoco, la verdad. Las primeras impresiones me han marcado muchísimo, desde siempre, y las tomo como gran punto de partida para reflexiones y referencias futuras. Claro que me he equivocado, cientos de veces, y muchas ocasiones en las que creía que no tenía nada en común con alguien me descubrí a mí mismo, más adelante, compartiendo charla, bebida y compañía en la más absoluta complicidad. Ser humano es esto. Ensayar, errar y repetir.

La tercera cosa en la que pensé (o que ahora me viene a la mente) es la canción de Black Sabbath, que aunque no es de mis preferidas (en mi opinión Rat Salad es una auténtica locura de canción) me hace gracia verme relacionado en tantos elementos que ya me eran cercanos de antes.

Y es curioso que sea gracias a Paul Auster que reflexiono sobre esto, aunque no debe sorprender a nadie que le haya leído, es alguien capaz de proporcionar nuevos puntos de vista a cosas que teníamos más que asumidas.

Analizando el origen de la primera idea, es extraño que me parara a pensar en eso con tal velocidad, al menos a mí me sorprendió, porque cuantas más vueltas le doy más satisfecho estoy de haber encontrado esa vertiente en semejante lapsus, en el que aún no había tenido tiempo de acabar de escribir mi nombre para firmarme el libro. Tal vez los nervios me ayudaran - si eso es posible- a centrarme en lo que no tenía delante, en lo que estaba pasando y a la vez no estaba pasando, tal vez era mi momento de mayor actividad cerebral, el momento en el que estaba más preparado que nunca para absorber una enseñanza. Si fuera capaz, es más, cuando sea capaz de concentrar ese potencial será algo digno de mención, yo creo, y si puedo, además, hacer algo que merezca la pena -de ser leído, oído, valorado, tratado- valdrá la pena la molestia de pasar tantísimo tiempo solo, como explica el propio Auster, pues un escritor no es más que un solitario, un hombre solo en una habitación, pensando historias, creándolas, diseñándolas, disfrutándolas.

Y si a mí no me importa llevar esa vida de semirreclusión, para nada distante a mi vida actual, ¿qué barrera me separa de convertirme en un escritor?

El tiempo, la experiencia.





-You're like an old friend to me.

-Thank you.

(Fin de diálogo)



Canciones para tomar drogas malsanamente, volumen 11:

John Coltrane - "Walkin'"

0 comentarios:

Seguidores

Creative Commons