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Break stuff

martes, 23 de marzo de 2010

La realidad no tiene ningún interés.

Soy el puto gato de schrödinger, no estoy vivo ni muerto. Un maldito dragón que sube y baja y gira y vuelve a pasar. A pain in the ass. Una autolesión mental en tiempo de huelga japonesa. La esquizofrenia me da menos miedo que todo esto. "Bombas humanas" es el término que se lee en "Socorro, perdón" para las personas de mi condición. Gente que se harta, explota, sufre, vive sin más remedio, son gente que pierde su tiempo esperando un cambio. Ese cambio es un maldito MacGuffin, una excusa para avanzar. Un estímulo que devuelva la vida a las neuronas enterradas bajo océanos de alcohol y toneladas de residuos imaginarios y ruinosos. "Leaving Las Vegas" experimentaba con el hecho de una bomba humana que no buscaba más cambio que acabar con toda su mierda de vida. No sé si sabes que esa historia esta basada en la vida de John O'Brien, el cual se suicidó poco antes del estreno de la película.

Siempre podría ser peor, te dicen, y no es mentira, pero eso no es consuelo, porque todo siempre se puede ir a peor y tu vida puede hundirse más todavía en la mierda y la miseria absoluta. ¿Y qué, joder? ¿Y qué? Mi vida no está bien ahora, lo demás me da igual, coño.

No, no tengo un buen día y me dedico a hacer Shadowboxing con mis pensamientos tecleados en un portátil destrozadísimo, único compañero en muchos momentos.

Escribo un diario, a parte del blog, cada vez que siento que mi mecha está cerca de consumirse. Me lo he releído, un poco, y entonces me sentía más o menos igual que ahora. La diferencia es que ha llegado el momento es que el agobio de seguir igual, igual, igual, igual, ha acabado por agotarme, no encuentro motivaciones para levantarme de la cama, no disfruto los hobbies que tanto me apasionaban, no me acontento con nada.

Sólo disfruto los libros de escritores casi todos muertos, o con problemas mentales o de droga o todo eso a la vez, porque ellos saben lo que es el dolor y cómo se describe, no como yo, que doy rodeos y rodeos a ideas totalmente diferentes en cada párrafo y nunca acabo de completar mis tareas.

En estos grises tiempos he aprendido lo que es la música (Cuánto se parece esa palabra a "musa") al final entiendo las letras y puedo sentirlas, puedo imaginar las situaciones y representarlas en el anaranjado teatro que tengo detrás de los ojos. Incluso las canciones clásicas de mi vida, incluso de Limp Bizkit (Galleta Flácida) y cosas por el estilo tienen un nuevo prisma desde el que ser estudiadas.

Otro martes se va.

Suena: "Break Stuff" - Limp Bizkit

Lagunas mentales

domingo, 21 de marzo de 2010

¡Ey! ¿Qué es eso de que hoy me encuentre un cigarro Marlboro en el bolsillo de la manga de mi chaqueta? Con lo caro que está el tabaco últimamente alguien tendría que echarlo de menos. El viernes, cenando, saqué todo lo que había ahí, Paracetamol efervescente de 1g, (una unidad) en pastilla, (3 unidades) tonopan,(1 unidad) y un caramelo halls. No había ningun cigarro ahí dentro. El sábado sólo salí por la tarde a tomarme un café y me he dado cuenta de esto hoy.

Se me olvidaba decir que el viernes me emborraché bastante agradablemente, pero eso sigue sin explicar cómo llegó el cigarro ahí.

No recuerdo gran cosa de lo que dije el viernes en el bar, sólo sé que le corregí el guión del corto al Esteban con la Laura, que estuve leyéndole a medio bar comentarios de http://www.ascodevida.com/ y que grité y grité una vez más como todas y cada una de las veces que me extasio y/o bebo.

Fue muy divertido. Sábado por la mañana "Lock, stock and two smoking barrels" de Guy Ritchie, director de "Snacht, cerdos y diamantes" y desde la tarde hasta la madrugada pasarme el God of War 3, en un total de 2 días.

Tengo un problema (un montón de problemas, en realidad) y la culpa la tienen los de Sony, que hacen juegos de broma, últimamente. Estás jugando a un juego pensando en otro, y que esto se parece a, que este personaje es como aquel de nosédonde, este puzzle es igual que aquel que me costó tanto de pasar en tal año...

Se acabó otro fin de semana, otro domingo que ceno de o en el chino. Pero éste un poco diferente, pues me he puesto a pensar dónde acabaré con el tiempo, y cuándo saldré de mi casa y si seguiré estudiando después de acabar lo de guión, si me iría a vivir al extranjero o por ahí. Es cómoda la situación que vivo ahora, pero necesito acción.

Y sobretodo necesito no pensar, porque pienso y la cago y hago cosas que no tengo que hacer, y luego lo pienso (una vez más) y ya no sé si lo que hago está bien o mal, porque si a mí me pareciera que las cosas que hago están bien, no pasaría nada, pero actúo y luego no sé si he hecho bien o no, y si no actúo pienso que debería arriesgar más. Pero no sé qué efecto traen mis causas, así que sigo sin saber qué hacer, lo mejor, intentar no pensar, porque no creo que lleguen ecos de mis acciones, acertadas o no.

Buenas noches.

Viejos tiempos

jueves, 18 de marzo de 2010

3 años más tarde, sala Razzmatazz, otra vez. Method Man vuelve a Barcelona y Germen y yo nos colamos en Razz para verlo. Locura increíble, sudor, gritos, cervezas y pisotones en un festival de temazos y clásicos, de paquetes de botellas de agua que vuelan en dirección al público, de cabriolas del Method para subirse a las buffles a fumar y tragarse porros del respetable. Una fiesta en sí misma, sí señor.

Una de las cosas más destacables de la noche fue la sensación de libertad aún con el aprisionamiento humano que plantea un concierto de esta percha. No es que sea como los viejos tiempos, más bien ESTOS SON LOS VIEJOS TIEMPOS.

Estos tiempos, estas sensaciones de paz y felicidad y agustismo, de estar con tus colegas en un concierto liándola, creando caos y pogo y porros y cervezas, estos tiempos son los que quiero convertir en mis viejos tiempos.

Hablando un poco de todo, lentamente levanto la vista a la luz de un nuevo futuro para mí. Lentamente recobro la consciencia y la calma, muy lentamente crezco y renazco. Sin prisa pero sin pausa.

Saluden de mi parte. (Y dejad comentarios, joder!)

Desagüe

jueves, 11 de marzo de 2010

Y hace días decía que ése fue el peor de los que he vivido...

Es increíble de lo que es capaz el cerebro humano si pone todo su empeño en algo. Y más aún cuando la tarea para la cual se esfuerza sobremanera es la autodestrucción.

Lo único que me va a dar auténtico respiro es centrarme en cosas nuevas, o cosas que ya conocía pero a las que no prestaba atención. Voy a empezar a estudiar Matemáticas otra vez, y ésta por gusto, voy a viajar todo lo que pueda y más, jugar a la consola hasta irme a dormir con los ojos hinchados, dormir lo menos que pueda, beber lo que necesite, llorar lo que me pida el cuerpo y preguntar todo ese tipo de cosas que siempre he querido saber y nunca pregunto por no querer hablar con los demás o por antipatía, porque me pasa mucho que voy a tiendas y sitios y me busco la vida yo mismo, hasta que no puedo más y, en vez de preguntar, me largo. No, amigos, voy a socializarme e intentar convertirme una especie de individuo, con sus ideas y todo.

Parece que hasta estoy madurando.

Valorar lo que tienes a tiempo, antes de perderlo, esa ha sido una dura lección que me grabaré en la mente a fuego, porque me remuerden la conciencia demasiadas cosas, más de las que puedo afrontar y me hundo, me hundo, me ciego y me caigo. Pero cada vez que me levanto soy un poco más ligero y soy un poco más mayor, porque la vida está en hacerse daño. Porque la vida es daño, en muchas de sus facetas. El aprendizaje es dolor en sí mismo, aprendizaje de la vida.

Y pensaba también en cómo es esa mierda de que la partida sólo dura una vida, y que aprendes en base a tus errores, y con el tiempo que te sobre de equivocarte debes levantar tus pilares, volver a ser feliz, hasta volver a cagarla, hasta volver a desmoronarte en esa oscura cueva que es tu habitación, que vives en tu casa con tu vieja y más que su hijo pareces su puto huésped, colega. Pero volviendo a lo que decía, ¡Tenemos los putos días contados! Es decir, pasa tu infancia en un abrir y cerrar de ojos, la adolescencia no es más que hacer daño o dejar que te hagan daño, pasas los 20 y todo lo demás se va volando. ¡No hay tiempo a vivir plenamente! El día que haya aprendido todo lo que necesito saber para ser feliz y hacer felices a los de mi entorno mi cuerpo desarrollará Alzheimer y a tomar por culo, ni siquiera podré ir a cagar solo.

Seguiré con toda esta mierda otro día, de momento tengo algunas cosas que no quiero dejar en el tintero y necesito escribir.

Bratislava. ¿Qué coño se me ha perdido allí? Nada de nada, eso es así, pero cuando estás obcecado con vivir y piensas que quieres ser feliz y dejar de pensar, lo mejor que se me ocurre hacer es irme a un país extranjero a emborracharme varios días y liarla y viajar. Voy a empezar a hacer todas esas cosas que siempre quise o necesité hacer, porque ahora, más que nunca, me hago falta a mí mismo, y no pienso abandonarme a la suerte de las drogas o el alcohol (en medidas desproporcionadas, en el viaje sería una desproporción mesurada).

El otro asunto del que quería escribir algo es sobre mis amigos. Nunca, y repito nunca, dejaréis de tener un lugar en mi corazón. Porque si algo bueno tienen los malos momentos es que los tuyos, los que te quieren, están ahí y te apoyan. Aguantan tus palizas verbales y lágrimas y a cambio te dan abrazos, besos y mucho amor, que es lo que más se necesita en esas fechas. Mi concepto de ellos ha cambiado mucho en estos días, porque siempre he tenido un concepto muy idealizado de la amistad y eso, y entre eso y mi cerrada personalidad nunca he tenido muchos amigos. Pero ahora, en estos tiempos oscuros, os veo como lo que sois realmente, mis amigos, mi apoyo, todo aquello por lo que hay que luchar (junto a la familia y la libertad).

No me importa si pensáis que lo que escribo está fuera de lugar para venir de mí o que en mi estado anímico no debería escribir esto, porque me da igual, lo necesitaba, necesitaba desahogarme tranquilamente.

La última cosa que quiero decir es que hacerme un blog ha sido una de las mejores ideas que he tenido en mi vida.


Directo al alma

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