Sin temor a equivocarme, afirmo que es el libro más duro con el que me he encontrado. Y no porque no esté interesante, ojo, sino porque las descripciones que hace Melville son muy ricas en detalles y en reflexiones y comparaciones, hasta el punto de tal de tener que volver a empezar muchos capítulos para seguir entendiendo a qué nos enfrentamos. A qué, cómo y con qué.
Capítulo por día si el sueño, el alcohol y mis desquiciantes quehaceres me dejan la cabeza libre el suficiente rato como para embotarla otra vez.
Me queda la última tercera parte y Moby Dick apenas ha hecho aparición... lo mejor está por llegar.
Inconstacia
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Cuando estás cayendo a 250 kilómetros por hora, llevado por algún plan que
no ha salido del todo bien, seguramente vestido de negro, con armas
enfundadas y...
Hace 5 años
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